
El director del Programa de Alimentación Escolar (PAE), Justo Tobar, sostuvo que la decisión permitirá atender la alimentación de los alumnos por 200 días; es decir, durante todo el año lectivo.
El funcionario aclaró además que la suspensión del almuerzo no significa que el Estado invertirá menos en este servicio: “El año pasado el presupuesto fue de $ 54 millones y para el 2010 será de $ 77 millones”, dijo.
Desde este año, el desayuno que beneficia a unos 600 mil niños en la Sierra, estará compuesto de una colada fortificada con micronutrientes, galletas rellenas y una barra y hojuelas de granola.
Esta ración alimenticia “garantiza al niño el 86% de las kilocalorías y el 100% de proteínas necesarias para la ingesta diaria”, dijo Tobar, quien refirió que cada porción le cuesta al Estado $ 0,23.
Esta decisión ya es ejecutada en el régimen escolar Costa, donde se repartió el último cargamento para el tercer trimestre. En los centros educativos de Sierra y Amazonía, la entrega de alimentos se viene realizando desde hace 15 días y se espera culminar con el proceso esta semana.
Una vez que los productos llegan a los establecimientos son preparados y repartidos a los niños por la organización entre padres y autoridades. Ellos son los encargados de definir quiénes cocinarán los alimentos.
Tobar explicó que cuando entre en vigencia un nuevo modelo de gestión educativa, el mismo que prevé la organización de las instituciones por distritos y círculos, el Gobierno podría retomar la entrega del almuerzo escolar.
Por ejemplo, indicó, en los casos de planteles con horarios extendidos donde los estudiantes luego del almuerzo continuarán con labores académicas de reforzamiento y deberes.
El programa cubre actualmente a 1’687.347 niños y niñas de 15.300 instituciones educativas en todo el país, de las cuales 6.304 están en la Sierra.
La supresión del almuerzo generó descontento en directivos y padres de familia, que defienden la importancia de la colación para niños que viven en zonas de extrema pobreza.