Ayer, los asambleístas estaban inquietos, iban y venían de los pasillos exteriores, daban declaraciones a los medios sobre la polémica Ley de Comunicación, se reunían en grupos dentro y fuera del Pleno, hablaban por teléfono. Otros, los más serenos, observaban en sus ‘laptops’ las novedades de sus páginas de Facebook.
Estaban tan distraídos durante las exposiciones de sus compañeros que el asambleísta de Movimiento País, Gerónimo Yantalema, pidió orden al titular de la Asamblea, Fernando Cordero. “Parece que cada uno estamos en un foro diferente”.
Cordero aceptó la moción y mandó a sentarse a los asambleístas, por lo que Paco Velasco disolvió inmediatamente uno de los más numerosos grupos que conversaban en plena sala.
Aunque hubo orden después del ‘halón de orejas’, luego, poco a poco, la distracción volvió y las exposiciones eran muy poco atendidas. De cualquier manera, los asambleístas, a su turno, se daban modos para gritar y hacerse escuchar. “Si Correa es la ley que lo diga de una vez, de frente. Por lo menos que maquille la información, que no sea tan descarado para presentarnos esta Pro forma falsa y mal hecha”, expresaba indignado Gilmar Gutiérrez.
Según el asambleísta de Sociedad Patriótica, la Pro forma es inconstitucional porque no aumenta la inversión para salud y educación en un 0,5% anual como se había definido en la Constitución. “Es paradójico que nos toque defender la misma Constitución de la cual estábamos en contra”.
El asambleísta del mismo partido, Luis Almeida, pidió que se separe la Pro forma de lo que es el Plan Nacional de Desarrollo. “¿No se dan cuenta de que estamos tratando de aprobar el Presupuesto de aquí a 2013?”.
Por el lado oficialista, Virgilio Hernández defendió la Pro forma, asegurando que “la relación deuda/PIB no pasa del 18%, una de las más bajas en la región”. Y Fernando Bustamante añadió que “la Pro forma no debe ser vista solo desde un aspecto contable. Es una expresión política”.
Luego de las observaciones realizadas la semana pasada por la Comisión de lo Económico y Tributario, el Pleno de la Asamblea debía aprobar la Pro forma, según manda la Constitución, en un solo debate y con el apoyo de la mitad más uno del quórum.
Hasta el cierre de esta edición, el debate continuaba en el Pleno. En el caso de rechazarse, el Ejecutivo tendrá ocho días para volver a presentar la propuesta.
Estaban tan distraídos durante las exposiciones de sus compañeros que el asambleísta de Movimiento País, Gerónimo Yantalema, pidió orden al titular de la Asamblea, Fernando Cordero. “Parece que cada uno estamos en un foro diferente”.
Cordero aceptó la moción y mandó a sentarse a los asambleístas, por lo que Paco Velasco disolvió inmediatamente uno de los más numerosos grupos que conversaban en plena sala.
Aunque hubo orden después del ‘halón de orejas’, luego, poco a poco, la distracción volvió y las exposiciones eran muy poco atendidas. De cualquier manera, los asambleístas, a su turno, se daban modos para gritar y hacerse escuchar. “Si Correa es la ley que lo diga de una vez, de frente. Por lo menos que maquille la información, que no sea tan descarado para presentarnos esta Pro forma falsa y mal hecha”, expresaba indignado Gilmar Gutiérrez.
Según el asambleísta de Sociedad Patriótica, la Pro forma es inconstitucional porque no aumenta la inversión para salud y educación en un 0,5% anual como se había definido en la Constitución. “Es paradójico que nos toque defender la misma Constitución de la cual estábamos en contra”.
El asambleísta del mismo partido, Luis Almeida, pidió que se separe la Pro forma de lo que es el Plan Nacional de Desarrollo. “¿No se dan cuenta de que estamos tratando de aprobar el Presupuesto de aquí a 2013?”.
Por el lado oficialista, Virgilio Hernández defendió la Pro forma, asegurando que “la relación deuda/PIB no pasa del 18%, una de las más bajas en la región”. Y Fernando Bustamante añadió que “la Pro forma no debe ser vista solo desde un aspecto contable. Es una expresión política”.
Luego de las observaciones realizadas la semana pasada por la Comisión de lo Económico y Tributario, el Pleno de la Asamblea debía aprobar la Pro forma, según manda la Constitución, en un solo debate y con el apoyo de la mitad más uno del quórum.
Hasta el cierre de esta edición, el debate continuaba en el Pleno. En el caso de rechazarse, el Ejecutivo tendrá ocho días para volver a presentar la propuesta.