En el Ecuador son pocas las expresiones culturales que se mantienen en este día
¿ Quién recuerda a la "fiera guambra carishina amante de los varones, en la esquina silbadora y en la casa gran señora"? ¿O al Diablo Ocioso o la Mama Chuchumeca? Quizá las nuevas generaciones no los conozcan, pero se trata de los personajes tradicionales del Día de los Inocentes.
Esta fiesta popular viene a renglón seguido de la Navidad. "No se refiere al infanticidio oficial que alguna vez organizó el Rey Herodes a decir de la Historia Sagrada, pues el 28 de diciembre es para los quiteños la Tercera Fundación de Quito", explicó Marco Chiriboga, conductor del programa Quiero hablarles de una ciudad llamada Quito.
Es entonces que en un día como hoy, hace más de 40 años, todos los quiteños salían de sus casas para divertirse. "La gente se disfrazaba para imitar a los otros, jugábamos ruleta, bingo. Habían bandas de pueblo, era una fiesta popular para disfrutar en familia en el Quito de aquel entonces", comentó René Torres, un quiteño experto en su ciudad. Pero la fiesta tenía un tinte político. "Satirizar a los dueños del poder era parte de la diversión", dijo Torres, de allí surgieron los personajes antes mencionados.
"Cuando conocí Quito en 1965, descubrí que habían personajes hermosos que le daban color a esta fiesta: payasos, montubios, indios, quienes representaban de manera excepcional al Ecuador pluricultural. En las zonas rurales me encontré con hombres que se disfrazaban de mujer y viceversa, con el fin de remedar a sus vecinos", explicó Rafael Camino, director del Ballet Folclórico Nacional Jacchigua. De esta manera, la fiesta se consolidó y se llenó de representaciones que llenaban de color a las calles de la ciudad. Ahora, el entusiasmo por la máscara y el disfraz se han diluido y se han acoplado de alguna manera en las fiestas de Fin de Año.
De allí que gestores culturales como Camino hayan recuperado las máscaras de los payasos, los diablos y demás en su afán de rescatar a esta fiesta tradicional en sus coreografías. Los Perros Callejeros trabajan también por reforzar esta costumbre. Me conocís, La comedia criolla y la El Rasca Rasca ponen en escena al Capariche, al Danzante o al Payaso Chorizo, personajes que permanecen en el imaginario de los quiteños antiguos y que son parte de nuestra cultura mestiza", manifestó Héctor Cisneros, miembro del colectivo.
¿ Quién recuerda a la "fiera guambra carishina amante de los varones, en la esquina silbadora y en la casa gran señora"? ¿O al Diablo Ocioso o la Mama Chuchumeca? Quizá las nuevas generaciones no los conozcan, pero se trata de los personajes tradicionales del Día de los Inocentes.
Esta fiesta popular viene a renglón seguido de la Navidad. "No se refiere al infanticidio oficial que alguna vez organizó el Rey Herodes a decir de la Historia Sagrada, pues el 28 de diciembre es para los quiteños la Tercera Fundación de Quito", explicó Marco Chiriboga, conductor del programa Quiero hablarles de una ciudad llamada Quito.
Es entonces que en un día como hoy, hace más de 40 años, todos los quiteños salían de sus casas para divertirse. "La gente se disfrazaba para imitar a los otros, jugábamos ruleta, bingo. Habían bandas de pueblo, era una fiesta popular para disfrutar en familia en el Quito de aquel entonces", comentó René Torres, un quiteño experto en su ciudad. Pero la fiesta tenía un tinte político. "Satirizar a los dueños del poder era parte de la diversión", dijo Torres, de allí surgieron los personajes antes mencionados.
"Cuando conocí Quito en 1965, descubrí que habían personajes hermosos que le daban color a esta fiesta: payasos, montubios, indios, quienes representaban de manera excepcional al Ecuador pluricultural. En las zonas rurales me encontré con hombres que se disfrazaban de mujer y viceversa, con el fin de remedar a sus vecinos", explicó Rafael Camino, director del Ballet Folclórico Nacional Jacchigua. De esta manera, la fiesta se consolidó y se llenó de representaciones que llenaban de color a las calles de la ciudad. Ahora, el entusiasmo por la máscara y el disfraz se han diluido y se han acoplado de alguna manera en las fiestas de Fin de Año.
De allí que gestores culturales como Camino hayan recuperado las máscaras de los payasos, los diablos y demás en su afán de rescatar a esta fiesta tradicional en sus coreografías. Los Perros Callejeros trabajan también por reforzar esta costumbre. Me conocís, La comedia criolla y la El Rasca Rasca ponen en escena al Capariche, al Danzante o al Payaso Chorizo, personajes que permanecen en el imaginario de los quiteños antiguos y que son parte de nuestra cultura mestiza", manifestó Héctor Cisneros, miembro del colectivo.