El país vive Inundaciones y desplomes de estructuras a causa de las primeras lluvias. En Esmeraldas, 300 familias están en riesgo
La estación invernal empezó en varias provincias del Litoral.
Luego de una preocupante sequía que provocó una declaratoria de emergencia para Manabí, los campesinos empezaron a preparar ya el suelo para la siembra de los productos de ciclo corto como maíz, arroz y soya.
En tanto que las primeras consecuencias de los aguaceros se sintieron en Baba (Los Ríos) cuando un puente bailey ubicado en el sector San Francisco se desplomó, sin causar víctimas.
El viaducto fue arrasado por la creciente del río Baba. Como consecuencia, habitantes de 30 comunidades pertenecientes a los cantones Buena Fe y Valencia deberán transitar más de 30 kilómetros por el puente de Camarones, llegar al sitio Delia María, salir a Fumisa y llegar a Quevedo. En el lugar, funciona una gabarra que también sirve a los campesinos.
Otra "víctima" de los aguaceros en Quevedo fue el centro comercial Quevedo Shopping Center. La fuerte lluvia caída provocó el desplome de los acabados, sin causar víctimas.
Las lluvias también cayeron en Ventanas, Mocache y Babahoyo (Los Ríos); Machala, Santa Rosa y Piñas (El Oro). Varias casas se inundaron, aunque los daños no fueron de consideración.
Mientras, al norte de Esmeraldas, 300 familias de Chillaví del Agua y Nueva Esperanza se mantienen en alerta por la creciente del río Bogotá, que inundó sus viviendas.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas, José Vivero, aseguró que el agua subió 2 metros más del nivel del río, por lo que algunas familias se movilizaron a refugios temporales.
Ante la falta de ayuda, los comuneros retuvieron a ocho mineros. Las autoridades negociaban, pero hasta el mediodía los manifestantes no accedieron al pedido. Los secuestrados se hallaban sin novedad. En La Concordia (Esmeraldas), varias casas se inundaron.
En tanto, pobladores de El Esfuerzo (Santo Domingo de los Tsáchilas) reportaron el deslave en la vía de ingreso y la afectación de un carril del puente de esta parroquia.
También, en el Plan de Vivienda Municipal fueron evacuadas tres familias. Allí, una mujer resultó herida por el deslave que destruyó su vivienda.
La estación invernal empezó en varias provincias del Litoral.
Luego de una preocupante sequía que provocó una declaratoria de emergencia para Manabí, los campesinos empezaron a preparar ya el suelo para la siembra de los productos de ciclo corto como maíz, arroz y soya.
En tanto que las primeras consecuencias de los aguaceros se sintieron en Baba (Los Ríos) cuando un puente bailey ubicado en el sector San Francisco se desplomó, sin causar víctimas.
El viaducto fue arrasado por la creciente del río Baba. Como consecuencia, habitantes de 30 comunidades pertenecientes a los cantones Buena Fe y Valencia deberán transitar más de 30 kilómetros por el puente de Camarones, llegar al sitio Delia María, salir a Fumisa y llegar a Quevedo. En el lugar, funciona una gabarra que también sirve a los campesinos.
Otra "víctima" de los aguaceros en Quevedo fue el centro comercial Quevedo Shopping Center. La fuerte lluvia caída provocó el desplome de los acabados, sin causar víctimas.
Las lluvias también cayeron en Ventanas, Mocache y Babahoyo (Los Ríos); Machala, Santa Rosa y Piñas (El Oro). Varias casas se inundaron, aunque los daños no fueron de consideración.
Mientras, al norte de Esmeraldas, 300 familias de Chillaví del Agua y Nueva Esperanza se mantienen en alerta por la creciente del río Bogotá, que inundó sus viviendas.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas, José Vivero, aseguró que el agua subió 2 metros más del nivel del río, por lo que algunas familias se movilizaron a refugios temporales.
Ante la falta de ayuda, los comuneros retuvieron a ocho mineros. Las autoridades negociaban, pero hasta el mediodía los manifestantes no accedieron al pedido. Los secuestrados se hallaban sin novedad. En La Concordia (Esmeraldas), varias casas se inundaron.
En tanto, pobladores de El Esfuerzo (Santo Domingo de los Tsáchilas) reportaron el deslave en la vía de ingreso y la afectación de un carril del puente de esta parroquia.
También, en el Plan de Vivienda Municipal fueron evacuadas tres familias. Allí, una mujer resultó herida por el deslave que destruyó su vivienda.
