Los habitantes de las comunidades usan la radio para enviar mensajes a sus familias. Eso también ayuda a la estación a subsistir. Su emisión sigue, pese a la clausura.
Su mensaje en el idioma shuar a través de radio La Voz de Arutam fue corto. Tajai atiurchat waintsuk. Waiketjai achutin (Llegué bien, sin novedades. Regresaré el lunes). Para Juan Carlos Ancoas, de 35 años, lo más importante era que su familia sepa que está bien.
Entre los archivos de Arutam se guardan fotografías del presidente Rafael Correa durante una entrevista en la emisora que hizo hace más de dos años.
Se calcula que la población shuar en Ecuador alcanza unos 150 000 habitantes, asentados en 668 comunidades de las provincias de Morona Santiago, Zamora Chinchipe y Pastaza, entre las cordilleras del Cóndor y Cutucú.
En Sucúa, también funciona la radio local Juvenil y se escucha otras emisoras de alcance provincial como La Bonita, La Voz del Upano y Morona. La población mestiza sintoniza La Voz de Arutam entre las 10:00 y 16:00 cuando se emite música tropical.
Atrás quedaron la larga caminata por atajos, las 10 horas navegando por el correntoso río Mangosisa y las ocho en carro desde su natal Miesal (dos días). Es una comunidad recóndita del cantón Tiwintza, en Morona Santiago, asentada en la zona del Transcutucu, en la frontera con Perú.
Para las poblaciones shuar de Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Pastaza y zonas fronterizas de Perú, esta emisora comunitaria de la Federación Shuar es la única que sortea ríos correntosos, montañas, selva… para llegar con los mensajes, saludos y convocatorias de forma oportuna.
Por eso, rechazan el fallo del Consejo Nacional de Telecomunicaciones que clausuró la radio, porque supuestamente difundió mensajes que incitaban a la violencia en las protestas indígenas de octubre pasado, donde murió el profesor Bosco Wisuma.
Pese al fallo, emitido el pasado 17 de diciembre, la emisora sigue con sus transmisiones normales.
“Mi familia de seguro escuchó mi mensaje y quedará tranquila. En mi casa se enciende la radio a las 04:00”, dice Ancoas, quien a las 08:30 de anteayer llegó a la emisora ubicada en la céntrica calle Domingo Comín y Victorino Abarca, en el cantón Sucúa.
La radio transmite las 24 horas, pero a las 04:00 se inicia su programa más popular, conducido por Omar Puanchir. El locutor arriba a la casona en bicicleta, cuando las lámparas públicas no se apagan y el pueblo duerme.
Su programa de cuatro horas lo dedica a comunicados, entrevistas, mensajes, convocatorias y música variada (andina), todo en la lengua nativa. La misma rutina la ejecuta toda la semana, desde las 16:00 hasta las 20:00.
Su mensaje en el idioma shuar a través de radio La Voz de Arutam fue corto. Tajai atiurchat waintsuk. Waiketjai achutin (Llegué bien, sin novedades. Regresaré el lunes). Para Juan Carlos Ancoas, de 35 años, lo más importante era que su familia sepa que está bien.
Entre los archivos de Arutam se guardan fotografías del presidente Rafael Correa durante una entrevista en la emisora que hizo hace más de dos años.
Se calcula que la población shuar en Ecuador alcanza unos 150 000 habitantes, asentados en 668 comunidades de las provincias de Morona Santiago, Zamora Chinchipe y Pastaza, entre las cordilleras del Cóndor y Cutucú.
En Sucúa, también funciona la radio local Juvenil y se escucha otras emisoras de alcance provincial como La Bonita, La Voz del Upano y Morona. La población mestiza sintoniza La Voz de Arutam entre las 10:00 y 16:00 cuando se emite música tropical.
Atrás quedaron la larga caminata por atajos, las 10 horas navegando por el correntoso río Mangosisa y las ocho en carro desde su natal Miesal (dos días). Es una comunidad recóndita del cantón Tiwintza, en Morona Santiago, asentada en la zona del Transcutucu, en la frontera con Perú.
Para las poblaciones shuar de Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Pastaza y zonas fronterizas de Perú, esta emisora comunitaria de la Federación Shuar es la única que sortea ríos correntosos, montañas, selva… para llegar con los mensajes, saludos y convocatorias de forma oportuna.
Por eso, rechazan el fallo del Consejo Nacional de Telecomunicaciones que clausuró la radio, porque supuestamente difundió mensajes que incitaban a la violencia en las protestas indígenas de octubre pasado, donde murió el profesor Bosco Wisuma.
Pese al fallo, emitido el pasado 17 de diciembre, la emisora sigue con sus transmisiones normales.
“Mi familia de seguro escuchó mi mensaje y quedará tranquila. En mi casa se enciende la radio a las 04:00”, dice Ancoas, quien a las 08:30 de anteayer llegó a la emisora ubicada en la céntrica calle Domingo Comín y Victorino Abarca, en el cantón Sucúa.
La radio transmite las 24 horas, pero a las 04:00 se inicia su programa más popular, conducido por Omar Puanchir. El locutor arriba a la casona en bicicleta, cuando las lámparas públicas no se apagan y el pueblo duerme.
Su programa de cuatro horas lo dedica a comunicados, entrevistas, mensajes, convocatorias y música variada (andina), todo en la lengua nativa. La misma rutina la ejecuta toda la semana, desde las 16:00 hasta las 20:00.