A raíz de la promulgación de los reglamentos a la Ley de Minería, la actividad en el sector se está retomando paulatinamente.
Los reglamentos obligan a las empresas a obtener una licencia ambiental, así como un certificado de aprovechamiento del agua, emitido por la Secretaría Nacional del Agua (Senagua).
“La documentación para obtener esos permisos y licencias ya fue presentada por varias empresas, incluso antes de que se emitieran los reglamentos”, señaló César Espinosa, director de la Cámara de Minería. “El tiempo para obtener esos documentos depende de las autoridades”.
Actualmente las empresas mineras grandes, como Ecuacorriente, Aurelian, Kinross, etc., que tienen reservas de oro y cobre, han empezado a retomar los trabajos para culminar la fase de exploración. “Ya existen anuncios para contratar personal”.
Desde abril de 2008 hasta abril pasado se perdieron alrededor de 10 000 puestos directos por la paralización del sector minero, según cifras de la Cámara.
El ministro de Recursos Naturales no Renovables, Germánico Pinto, enfatizó que ninguna compañía ha culminado la exploración avanzada de sus proyectos.
Luego de culminar esta fase deben presentar una propuesta económica-financiera-ambiental al Gobierno para definir la firma de un contrato de explotación, lo cual pude tomar un par de años.
Ecuacorriente, que tiene proyectos en Morona Santiago y Zamora Chinchipe, viene explorando por nueve años en ambas provincias y ha invertido USD 80 millones. De llegar a explotar el cobre en los proyectos Mirador y Panantza&San Carlos, se requerirán alrededor de USD 1 700 millones en inversiones.
Mientras la gran minería empieza a reanudar sus operaciones, la pequeña minería continúa trabajando, pero sabe que deberá cumplir la normativa ambiental.
En el distrito minero Portovelo-Zaruma, Luis Alfonso Vásquez posee desde hace tres años una planta de beneficio. Así se conoce a los molinos de procesamiento del material extraído de las minas. Él teme que el proceso que utiliza para confinar los desechos de sus molinos no pase los parámetros de control ambiental, o que no le alcance el tiempo para mejorar su tecnología.
En el distrito minero Portovelo-Zaruma se extrae un promedio de 1 200 toneladas diarias de material, según la Cámara de Minería de El Oro. Su procesamiento, hasta obtener oro puro, lo realizan 100 plantas de beneficio.
Rodrigo Figueroa, presidente de la asociación que las agrupa, afirma que están mejorando sus procesos medioambientales. “Los que no pasen los controles tendrán problemas, porque no se les emitirá la licencia ambiental”.
Vásquez suspendió los planes de inversión en su molino. Había planeado endeudarse con USD 45 000 para adquirir uno de mayor capacidad, pero postergó la idea. “Desde que se puso en vigencia el Mandato Minero no sabemos si conviene invertir o no”,
Los reglamentos obligan a las empresas a obtener una licencia ambiental, así como un certificado de aprovechamiento del agua, emitido por la Secretaría Nacional del Agua (Senagua).
“La documentación para obtener esos permisos y licencias ya fue presentada por varias empresas, incluso antes de que se emitieran los reglamentos”, señaló César Espinosa, director de la Cámara de Minería. “El tiempo para obtener esos documentos depende de las autoridades”.
Actualmente las empresas mineras grandes, como Ecuacorriente, Aurelian, Kinross, etc., que tienen reservas de oro y cobre, han empezado a retomar los trabajos para culminar la fase de exploración. “Ya existen anuncios para contratar personal”.
Desde abril de 2008 hasta abril pasado se perdieron alrededor de 10 000 puestos directos por la paralización del sector minero, según cifras de la Cámara.
El ministro de Recursos Naturales no Renovables, Germánico Pinto, enfatizó que ninguna compañía ha culminado la exploración avanzada de sus proyectos.
Luego de culminar esta fase deben presentar una propuesta económica-financiera-ambiental al Gobierno para definir la firma de un contrato de explotación, lo cual pude tomar un par de años.
Ecuacorriente, que tiene proyectos en Morona Santiago y Zamora Chinchipe, viene explorando por nueve años en ambas provincias y ha invertido USD 80 millones. De llegar a explotar el cobre en los proyectos Mirador y Panantza&San Carlos, se requerirán alrededor de USD 1 700 millones en inversiones.
Mientras la gran minería empieza a reanudar sus operaciones, la pequeña minería continúa trabajando, pero sabe que deberá cumplir la normativa ambiental.
En el distrito minero Portovelo-Zaruma, Luis Alfonso Vásquez posee desde hace tres años una planta de beneficio. Así se conoce a los molinos de procesamiento del material extraído de las minas. Él teme que el proceso que utiliza para confinar los desechos de sus molinos no pase los parámetros de control ambiental, o que no le alcance el tiempo para mejorar su tecnología.
En el distrito minero Portovelo-Zaruma se extrae un promedio de 1 200 toneladas diarias de material, según la Cámara de Minería de El Oro. Su procesamiento, hasta obtener oro puro, lo realizan 100 plantas de beneficio.
Rodrigo Figueroa, presidente de la asociación que las agrupa, afirma que están mejorando sus procesos medioambientales. “Los que no pasen los controles tendrán problemas, porque no se les emitirá la licencia ambiental”.
Vásquez suspendió los planes de inversión en su molino. Había planeado endeudarse con USD 45 000 para adquirir uno de mayor capacidad, pero postergó la idea. “Desde que se puso en vigencia el Mandato Minero no sabemos si conviene invertir o no”,