El deterioro de los indicadores de rentabilidad será el principal efecto que sentirán las entidades financieras en el país.
Guillermo Lasso, presidente del Banco de Guayaquil, dijo que una carga impositiva afectará al desarrollo de todas las empresas y no solo de la banca. “Hay una restricción global a la libertad de comercio y a la libertad de integración financieras que va a afectar al desarrollo de los negocios. Son impuestos a la entrada de capitales, que es lo que más necesita la economía, porque no hay suficiente ahorro interno”.
A eso se suma la fijación de las tarifas de los servicios financieros y las tasas de interés que dispuso la Junta Bancaria.
Guillermo Lecaro, vicepresidente Comercial del Banco Territorial, contó que se tuvo que sacrificar el margen de utilidades y de los ingresos. “Las regulaciones nos han afectado a todos, pero también nos han obligado a buscar eficiencia operativa. El Banco Territorial se ha preparado desde hace un año, ya que sabía de los ajustes en las tasas y las regulaciones”.
El Territorial realizó inversiones en tecnología para reducir los costos operativos y mantener sus márgenes de ganancias.
Según las estadísticas de la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS), hasta julio de 2009 las 25 entidades sumaron USD 125,7 millones en ganancias. Pero ese valor es un 44,9% menor del registrado en el mismo período de 2008, cuando las utilidades llegaron a 228,1 millones.
La reducción de ganancias en varios bancos superó el 50%. Por ejemplo, el Banco Pichincha en los primero siete meses de 2008 ganó USD 82,9 millones, pero en el mismo período del 2009 solo llegó a 31,2 millones. Eso se repitió en el Banco de Guayaquil, que pasó de USD 29,5 millones a USD 18,9 millones en el mismo período.
Otro indicador que preocupa a la banca es el índice de morosidad promedio, que bordea el 4% y el lento crecimiento de los depósitos de los clientes.
Lecaro aclaró que los niveles de los depósitos en la banca han mejorado desde mayo pasado y que eso permitirá una recuperación de la banca. Además explicó que la morosidad (clientes que no pagan los préstamos puntualmente) sigue igual y que más bien la oferta de crédito a los usuarios se ha paralizado. “Los morosos siguen siendo los mismos. Lo que pasa es que al reducirse la oferta de créditos puede aumentar el indicador, pero eso no revela nada”.
Lasso añade que el mercado financiero puede ser competitivo si se incorpora la entrada de la inversión extrajera y local.
Las regulaciones bancarias y la fijación de tarifas han obligado a depurar a la base de clientes. Quienes mantienen en cero sus libretas de ahorro o con movimientos mínimos han salido de la lista.
Lasso explicó que en su banco se mantendrán las cuentas menores a USD 50.
Guillermo Lasso, presidente del Banco de Guayaquil, dijo que una carga impositiva afectará al desarrollo de todas las empresas y no solo de la banca. “Hay una restricción global a la libertad de comercio y a la libertad de integración financieras que va a afectar al desarrollo de los negocios. Son impuestos a la entrada de capitales, que es lo que más necesita la economía, porque no hay suficiente ahorro interno”.
A eso se suma la fijación de las tarifas de los servicios financieros y las tasas de interés que dispuso la Junta Bancaria.
Guillermo Lecaro, vicepresidente Comercial del Banco Territorial, contó que se tuvo que sacrificar el margen de utilidades y de los ingresos. “Las regulaciones nos han afectado a todos, pero también nos han obligado a buscar eficiencia operativa. El Banco Territorial se ha preparado desde hace un año, ya que sabía de los ajustes en las tasas y las regulaciones”.
El Territorial realizó inversiones en tecnología para reducir los costos operativos y mantener sus márgenes de ganancias.
Según las estadísticas de la Superintendencia de Bancos y Seguros (SBS), hasta julio de 2009 las 25 entidades sumaron USD 125,7 millones en ganancias. Pero ese valor es un 44,9% menor del registrado en el mismo período de 2008, cuando las utilidades llegaron a 228,1 millones.
La reducción de ganancias en varios bancos superó el 50%. Por ejemplo, el Banco Pichincha en los primero siete meses de 2008 ganó USD 82,9 millones, pero en el mismo período del 2009 solo llegó a 31,2 millones. Eso se repitió en el Banco de Guayaquil, que pasó de USD 29,5 millones a USD 18,9 millones en el mismo período.
Otro indicador que preocupa a la banca es el índice de morosidad promedio, que bordea el 4% y el lento crecimiento de los depósitos de los clientes.
Lecaro aclaró que los niveles de los depósitos en la banca han mejorado desde mayo pasado y que eso permitirá una recuperación de la banca. Además explicó que la morosidad (clientes que no pagan los préstamos puntualmente) sigue igual y que más bien la oferta de crédito a los usuarios se ha paralizado. “Los morosos siguen siendo los mismos. Lo que pasa es que al reducirse la oferta de créditos puede aumentar el indicador, pero eso no revela nada”.
Lasso añade que el mercado financiero puede ser competitivo si se incorpora la entrada de la inversión extrajera y local.
Las regulaciones bancarias y la fijación de tarifas han obligado a depurar a la base de clientes. Quienes mantienen en cero sus libretas de ahorro o con movimientos mínimos han salido de la lista.
Lasso explicó que en su banco se mantendrán las cuentas menores a USD 50.
