Petroecuador, suscribió ayer con la compañía española Ros Roca Indox Cryonergy SLU, el contrato de adjudicación para la construcción de una planta de licuefacción de gas natural en el suroeste del país.
Carlos Rivera, vicepresidente ejecutivo de Petrocomercial, una de las filiales de la petrolera ecuatoriana, suscribió el convenio con la representante de la firma española en Ecuador, María Rosa Fabara, en un acto en el que también estuvo presente el ministro de Industrias de Ecuador, Xavier Abad.
Asimismo, participaron en esa reunión el embajador de España en Ecuador, Federico Torres, y el presidente de la compañía española, Salvador Roca.
La planta se construirá en la localidad de Bajo Alto, en la provincia costera de El Oro, en el suroeste de Ecuador, y tendrá capacidad para producir 200 toneladas métricas diarias de gas natural, extraídas del Golfo de Guayaquil.
Se prevé una inversión de 45 millones de dólares y que la planta esté lista en el primer trimestre del próximo año.
En Ecuador existen reservas confirmadas de unos 208.000 millones de pies cúbicos de gas natural, volumen que permitiría cubrir la demanda prevista en los próximos 20 años.
El proyecto surgió tras la iniciativa del sector industrial de la provincia andina de Azuay (sur) y fue desarrollado por expertos de Petrocomercial.
En una primera fase, el gas natural licuado estará destinado al parque industrial de la ciudad de Cuenca, la capital de Azuay, como proyecto piloto para ser posteriormente ampliado a otras regiones ecuatorianas.
"La ventaja de este país es que es muy rico en recursos naturales y muchísimos por descubrir y creo que (este proyecto) es un inicio" para la diversificación de la matriz energética de Ecuador, indicó a Efe Salvador Roca.
El presidente internacional de Ros Roca Indox Cryonergy SLU indicó que la planta en Bajo Alto recogerá directamente el gas natural del Golfo de Guayaquil, a través de tuberías, y lo licuará "a menos 170 grados de temperatura, se reduce en 600 veces y eso permite que se pueda transportar".
Roca señaló que el gas natural será transportado en camiones especiales hacia su destino en Cuenca, pero remarcó que por tratarse de un sistema móvil, se podría dirigir a cualquier lugar del país.
Por su parte, el embajador de España en Quito destacó la buena relación entre los dos países y dijo que la construcción de la planta de gas natural demuestra que las excelentes relaciones entre las sociedades "se fundamentan también en los buenos negocios".
"Hay países condenados a entenderse y hay países llamados a colaborar y yo creo que Ecuador y España son dos países llamados a colaborar", apostilló Torres.
El embajador español aseguró que el proyecto de gas licuado es "el comienzo de un nuevo reto de nuestras relaciones económicas y comerciales" entre los dos países.
El ministro ecuatoriano de Industrias aseguró que la construcción de la planta de licuefacción de gas natural también es un reto para su país, que intenta cambiar y diversificar la matriz energética, muy dependiente del petróleo y de sus derivados.
Abad destacó la actitud del sector privado de la provincia de Azuay para apoyarse en el sector público y desarrollar un proyecto de beneficio mutuo y agradeció a la empresa española su confianza en Ecuador.
Dicho plan, comentó, "sólo significarán cosas positivas para Ecuador, significará mejora en eficiencia, productividad, competitividad, calidad, reducción de la contaminación ambiental".
Carlos Rivera, vicepresidente ejecutivo de Petrocomercial, una de las filiales de la petrolera ecuatoriana, suscribió el convenio con la representante de la firma española en Ecuador, María Rosa Fabara, en un acto en el que también estuvo presente el ministro de Industrias de Ecuador, Xavier Abad.
Asimismo, participaron en esa reunión el embajador de España en Ecuador, Federico Torres, y el presidente de la compañía española, Salvador Roca.
La planta se construirá en la localidad de Bajo Alto, en la provincia costera de El Oro, en el suroeste de Ecuador, y tendrá capacidad para producir 200 toneladas métricas diarias de gas natural, extraídas del Golfo de Guayaquil.
Se prevé una inversión de 45 millones de dólares y que la planta esté lista en el primer trimestre del próximo año.
En Ecuador existen reservas confirmadas de unos 208.000 millones de pies cúbicos de gas natural, volumen que permitiría cubrir la demanda prevista en los próximos 20 años.
El proyecto surgió tras la iniciativa del sector industrial de la provincia andina de Azuay (sur) y fue desarrollado por expertos de Petrocomercial.
En una primera fase, el gas natural licuado estará destinado al parque industrial de la ciudad de Cuenca, la capital de Azuay, como proyecto piloto para ser posteriormente ampliado a otras regiones ecuatorianas.
"La ventaja de este país es que es muy rico en recursos naturales y muchísimos por descubrir y creo que (este proyecto) es un inicio" para la diversificación de la matriz energética de Ecuador, indicó a Efe Salvador Roca.
El presidente internacional de Ros Roca Indox Cryonergy SLU indicó que la planta en Bajo Alto recogerá directamente el gas natural del Golfo de Guayaquil, a través de tuberías, y lo licuará "a menos 170 grados de temperatura, se reduce en 600 veces y eso permite que se pueda transportar".
Roca señaló que el gas natural será transportado en camiones especiales hacia su destino en Cuenca, pero remarcó que por tratarse de un sistema móvil, se podría dirigir a cualquier lugar del país.
Por su parte, el embajador de España en Quito destacó la buena relación entre los dos países y dijo que la construcción de la planta de gas natural demuestra que las excelentes relaciones entre las sociedades "se fundamentan también en los buenos negocios".
"Hay países condenados a entenderse y hay países llamados a colaborar y yo creo que Ecuador y España son dos países llamados a colaborar", apostilló Torres.
El embajador español aseguró que el proyecto de gas licuado es "el comienzo de un nuevo reto de nuestras relaciones económicas y comerciales" entre los dos países.
El ministro ecuatoriano de Industrias aseguró que la construcción de la planta de licuefacción de gas natural también es un reto para su país, que intenta cambiar y diversificar la matriz energética, muy dependiente del petróleo y de sus derivados.
Abad destacó la actitud del sector privado de la provincia de Azuay para apoyarse en el sector público y desarrollar un proyecto de beneficio mutuo y agradeció a la empresa española su confianza en Ecuador.
Dicho plan, comentó, "sólo significarán cosas positivas para Ecuador, significará mejora en eficiencia, productividad, competitividad, calidad, reducción de la contaminación ambiental".
