viernes, 24 de abril de 2009

Otro juez fue víctima de un atentado criminal

El atentado criminal que sufriera el juez del Tribunal Tercero de lo Penal, Esneider Gómez Romero, el miércoles en la noche, encumbró los ánimos en los funcionarios judiciales y generó una protesta para que se les proporcione un mínimo de medidas de seguridad.

Ayer, los cuatro Tribunales Penales que atienden en Quito cerraron sus puertas y todas las audiencias de juzgamiento previstas para este día tuvieron que postergarse, como consecuencia de la medida que según los judiciales solo es para levantar la conciencia de las autoridades para que se les atienda en sus más elementales necesidades.

Inseguridad
Varios jueces y funcionarios están indignados e iracundos por la desatención del Consejo de la Judicatura, pero se resisten a dar sus nombres por temor a represalias. Uno de ellos dijo que a los Tribunales se les considera la última rueda del coche y en materia de seguridad se le tiene asignado tan solo dos policías para todo el edificio, mientras que en la Corte Nacional hay gendarmes en cada rincón y hasta para que hagan siesta en las tardes.

Amenazas son constantes

Otro funcionario se quejó que son objeto de amenazas diariamente, pero no tienen a quién acudir y de esto conoce el Consejo de la Judicatura, pero no ha hecho nada por establecer una política de seguridad para jueces y demás empleados de los Tribunales.

Mientras que, la jueza Gladys Terán, del Tribunal Tercero de lo Penal, dice que es una utopía esperar seguridad para los jueces fuera del lugar de su trabajo y las consecuencias están a la vista con lo que le ocurrió a su compañero Esneider Gómez.

Se queja que desde hace 30 años existen los cuatro Tribunales Penales en Quito y poco es lo que ha cambiado, pese a que se ha incrementado la delincuencia y violencia.

Caranqui sería el mentalizador

Según las primeras investigaciones y por versiones de la propia víctima, el responsable del atentado criminal que sufriera el juez del Tribunal Tercero de lo Penal de Pichincha, Esneider Gómez, sería el narcotraficante sentenciado Oscar Caranqui.

Al menos esa es la versión que se puede leer en el parte policial, en el que se advierte además que el vehículo del juez fue localizado en el sector de Carapungo, a las 22:25 y a las 23:00 se conoció que el juez estaba en el domicilio de un compañero de la Sala, por SOLCA, a donde acudió la Policía y le escoltó para que se hiciere un examen médico, porque presentaba heridas en la cabeza y hematomas en todo el cuerpo.

Los captores y agresores del juez serían cinco sujetos de acento colombiano, que se movilizaban en un vehículo Chevrolet Vitara.