Aunque el escrutinio de votos en Guayas y Pichincha marcha lento, la mayoría de las provincias sobrepasa el 50% de las actas contabilizadas en lo que se refiere a la elección de prefectos.
Por esa razón ya puede establecer un mapa con las nuevas autoridades provinciales.
De los 23 Consejos Provinciales que estaban en juego en estos comicios (Galápagos tiene un régimen especial y no elige prefecto), el oficialista movimiento PAIS obtiene 10 prefecturas.
Y si la hermana del presidente, Pierina Correa, mantiene su ligera ventaja, esa cifra se elevará a 11.
En esa situación el oficialismo gobernaría las tres provincias más pobladas: Pichincha, Guayas y Azuay.
Además de estas provincias, PAIS obtiene las prefecturas de Los Ríos, Cañar, Chimborazo, Imbabura, Loja, Tungurahua, Santo Domingo y Sucumbíos.
Se esperaba que Santa Elena se una a este grupo. Pero la actual prefecta y militante de PAIS, Ana Triviño, perdió la reelección frente a Patricio Cisneros, del Movimiento Municipalista.
David Acurio es el nuevo viceprefecto de Azuay. Él y su binomio, Paúl Carrasco, dicen estar agredecidos por el apoyo popular. De hecho su victoria fue holgada, ellos obtuvieron el 29,71% de los votos, su inmediato seguidor, Esteban Bernal, de la Izquierda Democrática (ID), consiguió el 9,67% de los sufragios.
Agrega que ese respaldo los obliga a cumplir con sus cinco ejes de campaña: participación social, generación de empleo, gestión ambiental, fortalecer la conectividad vial y la constitución de una región autónoma en el Austro.
“En articulación con otras provincias conformaremos una de las regiones autónomas previstas en la Constitución”, señaló.
El resto de provincias se reparten partidos como MPD, Pachakutik, ID, PSP y movimientos localistas
Y para cumplir esta meta no tendrá muchos obstáculos si se tiene en cuenta que gran parte del Austro tiene prefectos de PAIS (Azuay, Loja y Cañar).
El resto de provincias se reparten partidos como el MPD, Pachakutik, Izquierda Democrática, Sociedad Patriótica y movimientos localistas. Todas estas agrupaciones tienen un prefecto.
Por ejemplo, Lucía Sosa, del MPD, fue reelecta prefecta de Esmeraldas. Ella atribuye su triunfo al éxito de su primera administración.
Como profesora, explica, su gestión se centró en el impulso de la educación con la inversión de 16 millones de dólares.
Sosa afirma que ahora buscará el mejoramiento de la infraestructura vial, el impulso de la pesca y la agricultura y la generación de fuentes de trabajo.
La prefecta reelecta cree que otra causa de su victoria es la mala gestión de sus predecesores, “especialmente del PRE”.
Por otro lado, los movimientos políticos de carácter local triunfan en cinco provincias con candidatos que ya han ejercido este cargo y buscan la reelección cobijados en nuevos movimientos que los separen de partidos políticos desprestigiados.
Por ejemplo, Mariano Zambrano, antiguo PSC, ganó la prefectura de Manabí con el movimiento Manabí Primero.
De igual manera Montgomery Sánchez ganó la reelección en El Oro con el Movimiento Autonómico Regional.
En el Oriente se reproduce la situación. Salvador Quishpe, antiguo Pachakutik, ganó la prefectura de Zamora Chinchipe con la Alianza por la dignidad de Zamora.
También Jaime Guevara, del Movimiento Unidos por Pastaza, accedió a la prefectura de esta provincia.
Felipe Burbano, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), opina que esta situación ocurre “porque la política estuvo siempre menos descompuesta a nivel local”.
El catedrático asegura que el nivel de penetración de PAIS y de otros partidos fue escaso a nivel de gobiernos locales.
“Si uno mira en los 90, antes del aparecimiento de PAIS, tenemos una consolidación de gobiernos locales, entonces hay una gran confianza de la gente alrededor de estos gobiernos que se han ido fortaleciendo”, señala el docente.
Para él, esto permitió la formación de élites políticas lo que explica la reelección de alcaldes y prefectos.
“Si son elites fuertes y han hecho un buen trabajo no son desplazados por los grandes partidos ni por Alianza PAIS y por consiguiente son reeelectos”, comenta Burbano.
Por esa razón ya puede establecer un mapa con las nuevas autoridades provinciales.
De los 23 Consejos Provinciales que estaban en juego en estos comicios (Galápagos tiene un régimen especial y no elige prefecto), el oficialista movimiento PAIS obtiene 10 prefecturas.
Y si la hermana del presidente, Pierina Correa, mantiene su ligera ventaja, esa cifra se elevará a 11.
En esa situación el oficialismo gobernaría las tres provincias más pobladas: Pichincha, Guayas y Azuay.
Además de estas provincias, PAIS obtiene las prefecturas de Los Ríos, Cañar, Chimborazo, Imbabura, Loja, Tungurahua, Santo Domingo y Sucumbíos.
Se esperaba que Santa Elena se una a este grupo. Pero la actual prefecta y militante de PAIS, Ana Triviño, perdió la reelección frente a Patricio Cisneros, del Movimiento Municipalista.
David Acurio es el nuevo viceprefecto de Azuay. Él y su binomio, Paúl Carrasco, dicen estar agredecidos por el apoyo popular. De hecho su victoria fue holgada, ellos obtuvieron el 29,71% de los votos, su inmediato seguidor, Esteban Bernal, de la Izquierda Democrática (ID), consiguió el 9,67% de los sufragios.
Agrega que ese respaldo los obliga a cumplir con sus cinco ejes de campaña: participación social, generación de empleo, gestión ambiental, fortalecer la conectividad vial y la constitución de una región autónoma en el Austro.
“En articulación con otras provincias conformaremos una de las regiones autónomas previstas en la Constitución”, señaló.
El resto de provincias se reparten partidos como MPD, Pachakutik, ID, PSP y movimientos localistas
Y para cumplir esta meta no tendrá muchos obstáculos si se tiene en cuenta que gran parte del Austro tiene prefectos de PAIS (Azuay, Loja y Cañar).
El resto de provincias se reparten partidos como el MPD, Pachakutik, Izquierda Democrática, Sociedad Patriótica y movimientos localistas. Todas estas agrupaciones tienen un prefecto.
Por ejemplo, Lucía Sosa, del MPD, fue reelecta prefecta de Esmeraldas. Ella atribuye su triunfo al éxito de su primera administración.
Como profesora, explica, su gestión se centró en el impulso de la educación con la inversión de 16 millones de dólares.
Sosa afirma que ahora buscará el mejoramiento de la infraestructura vial, el impulso de la pesca y la agricultura y la generación de fuentes de trabajo.
La prefecta reelecta cree que otra causa de su victoria es la mala gestión de sus predecesores, “especialmente del PRE”.
Por otro lado, los movimientos políticos de carácter local triunfan en cinco provincias con candidatos que ya han ejercido este cargo y buscan la reelección cobijados en nuevos movimientos que los separen de partidos políticos desprestigiados.
Por ejemplo, Mariano Zambrano, antiguo PSC, ganó la prefectura de Manabí con el movimiento Manabí Primero.
De igual manera Montgomery Sánchez ganó la reelección en El Oro con el Movimiento Autonómico Regional.
En el Oriente se reproduce la situación. Salvador Quishpe, antiguo Pachakutik, ganó la prefectura de Zamora Chinchipe con la Alianza por la dignidad de Zamora.
También Jaime Guevara, del Movimiento Unidos por Pastaza, accedió a la prefectura de esta provincia.
Felipe Burbano, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), opina que esta situación ocurre “porque la política estuvo siempre menos descompuesta a nivel local”.
El catedrático asegura que el nivel de penetración de PAIS y de otros partidos fue escaso a nivel de gobiernos locales.
“Si uno mira en los 90, antes del aparecimiento de PAIS, tenemos una consolidación de gobiernos locales, entonces hay una gran confianza de la gente alrededor de estos gobiernos que se han ido fortaleciendo”, señala el docente.
Para él, esto permitió la formación de élites políticas lo que explica la reelección de alcaldes y prefectos.
“Si son elites fuertes y han hecho un buen trabajo no son desplazados por los grandes partidos ni por Alianza PAIS y por consiguiente son reeelectos”, comenta Burbano.
