Fidel Araujo busca recuperar su libertad. Para eso, su defensa pidió un recurso de fianza, el cual es analizado por el Juzgado XIV de Garantías Penales de Pichincha.
Araujo cumple prisión preventiva desde el 6 de octubre y es el único civil procesado por los hechos del 30 de septiembre. Es inculpado de incitar a la rebelión. Imágenes difundidas por la televisión mostraban a Araujo hablando por teléfono celular, al parecer en las inmediaciones del Regimiento Quito 1, donde se inició la insubordinación policial.
Con esa evidencia, el juez XXI de lo Penal de Pichincha, Juan Coba, ordenó la prisión preventiva, por 90 días.
Édgar Pavón, abogado de Araujo, sostiene que se ha demostrado la inocencia de su defendido. A la Fiscalía llegaron las grabaciones de las llamadas telefónicas hechas por Araujo desde sus celulares antes del 30-S y durante ese día. Según él, allí se probaría que el mayor en retiro del Ejército no incitó a los policías,
Araujo había dicho en su defensa que esa mañana, durante la insurrección, él acudió a realizar una transacción en la agencia de la av. Colón de la Cooperativa 29 de Octubre. La Fiscalía solicitó copia de la filmación de seguridad de esa entidad financiera.
Con esos antecedentes, Pavón, basado en el inciso primero del artículo 146 del Código Penal, solicitó que se fije una fianza para obtener la libertad de su cliente. “Por tratarse de un delito reprimido con prisión, sí es susceptible de fianza”. La audiencia para definir su pedido será mañana, a las 16:30, en el Juzgado XIV.
La defensa también solicitó al fiscal Miguel Jiménez, encargado del proceso, que incluya una diligencia en la reconstrucción de los hechos, en el Regimiento Quito 1, pero con la presencia del ‘testigo protegido’, del que hiciera referencia el presidente Rafael Correa, en una entrevista. “Esto para demostrar las contradicciones en que cae esa persona en su testimonio ante la Fiscalía”.
Ese testigo habría asegurado que Araujo ofreció pagarle para que tomara una foto al Mandatario. Según él, supuestamente recibió una cámara donde presuntamente estaba incorporada una cacha. “El arma era como una cacha negra de policía, no pude ver más porque estaba incorporada dentro de la cámara”. Según el Presidente, eso probaría que Araujo intentó asesinarlo.
Dentro del proceso por el supuesto intento de asesinato del Presidente, el asambleísta de País César Rodríguez declaró. Dijo que la mañana del 30-S fue ultrajado por uniformados en el Regimiento Quito 2. Por la tarde fue al Hospital de la Policía, para visitar al Mandatario. Evacuó de ese lugar, junto con el ministro de Relaciones Laborales, Richard Espinoza, por la parte posterior, tras el rescate del Jefe de Estado.
Araujo cumple prisión preventiva desde el 6 de octubre y es el único civil procesado por los hechos del 30 de septiembre. Es inculpado de incitar a la rebelión. Imágenes difundidas por la televisión mostraban a Araujo hablando por teléfono celular, al parecer en las inmediaciones del Regimiento Quito 1, donde se inició la insubordinación policial.
Con esa evidencia, el juez XXI de lo Penal de Pichincha, Juan Coba, ordenó la prisión preventiva, por 90 días.
Édgar Pavón, abogado de Araujo, sostiene que se ha demostrado la inocencia de su defendido. A la Fiscalía llegaron las grabaciones de las llamadas telefónicas hechas por Araujo desde sus celulares antes del 30-S y durante ese día. Según él, allí se probaría que el mayor en retiro del Ejército no incitó a los policías,
Araujo había dicho en su defensa que esa mañana, durante la insurrección, él acudió a realizar una transacción en la agencia de la av. Colón de la Cooperativa 29 de Octubre. La Fiscalía solicitó copia de la filmación de seguridad de esa entidad financiera.
Con esos antecedentes, Pavón, basado en el inciso primero del artículo 146 del Código Penal, solicitó que se fije una fianza para obtener la libertad de su cliente. “Por tratarse de un delito reprimido con prisión, sí es susceptible de fianza”. La audiencia para definir su pedido será mañana, a las 16:30, en el Juzgado XIV.
La defensa también solicitó al fiscal Miguel Jiménez, encargado del proceso, que incluya una diligencia en la reconstrucción de los hechos, en el Regimiento Quito 1, pero con la presencia del ‘testigo protegido’, del que hiciera referencia el presidente Rafael Correa, en una entrevista. “Esto para demostrar las contradicciones en que cae esa persona en su testimonio ante la Fiscalía”.
Ese testigo habría asegurado que Araujo ofreció pagarle para que tomara una foto al Mandatario. Según él, supuestamente recibió una cámara donde presuntamente estaba incorporada una cacha. “El arma era como una cacha negra de policía, no pude ver más porque estaba incorporada dentro de la cámara”. Según el Presidente, eso probaría que Araujo intentó asesinarlo.
Dentro del proceso por el supuesto intento de asesinato del Presidente, el asambleísta de País César Rodríguez declaró. Dijo que la mañana del 30-S fue ultrajado por uniformados en el Regimiento Quito 2. Por la tarde fue al Hospital de la Policía, para visitar al Mandatario. Evacuó de ese lugar, junto con el ministro de Relaciones Laborales, Richard Espinoza, por la parte posterior, tras el rescate del Jefe de Estado.