WASHINGTON. El prestigioso diario Washington Post publicó ayer una airada carta de la ex canciller del Ecuador María Isabel Salvador en protesta por un editorial con una dura crítica al periódico por "menoscabar" las protestas antigubernamentales en el Ecuador del pasado mes, precisamente el día para el que está anunciada la llegada de un grupo de líderes políticos de oposición que darán a conocer sus puntos de vista a la prensa y los medios políticos de esta capital.
"Es chocante que su editorial (del 20 de octubre) pueda menoscabar tan airadamente la tentativa del 30 de septiembre por parte de la Policía Antimotines (Riot Police) y otros para desestabilizar, y quizá, si no se hubiesen tomado medidas a tiempo, la caída del Gobierno electo del Ecuador".
"Llámenlo "tentativa de golpe" o no, nuestro presidente fue asaltado y retenido como rehén por una Policía fuera de control, mientras otros cercaban el Congreso y tropas rebeldes ocuparon el aeropuerto y crearon disturbios en el país. Hubo por lo menos 10 muertos y decenas de heridos y arrestos. El ataque contra el Gobierno de cuatro años y medio del presidente Rafael Correa amerita una mejor cobertura que la que el (Washington) Post le dio, así como un serio análisis y la preocupación de quien se interesa por construir democracias solidas en Latinoamérica. Simplemente tratar de minimizar ese asalto con una mera "llamada de atención" insulta al hemisferio occidental, a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, así como al presidente Obama. Afortunadamente, el presidente Correa no fue seriamente herido, su Gobierno prevalece y el programa económico y social de transformación del Ecuador continúa avanzando. La crisis ha terminado. Eso se debiera considerar una buena noticia para los que toman en serio el apoyo a las democracias de nuestro hemisferio", dice en la carta, María Isabel Salvador.
"Es chocante que su editorial (del 20 de octubre) pueda menoscabar tan airadamente la tentativa del 30 de septiembre por parte de la Policía Antimotines (Riot Police) y otros para desestabilizar, y quizá, si no se hubiesen tomado medidas a tiempo, la caída del Gobierno electo del Ecuador".
"Llámenlo "tentativa de golpe" o no, nuestro presidente fue asaltado y retenido como rehén por una Policía fuera de control, mientras otros cercaban el Congreso y tropas rebeldes ocuparon el aeropuerto y crearon disturbios en el país. Hubo por lo menos 10 muertos y decenas de heridos y arrestos. El ataque contra el Gobierno de cuatro años y medio del presidente Rafael Correa amerita una mejor cobertura que la que el (Washington) Post le dio, así como un serio análisis y la preocupación de quien se interesa por construir democracias solidas en Latinoamérica. Simplemente tratar de minimizar ese asalto con una mera "llamada de atención" insulta al hemisferio occidental, a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, así como al presidente Obama. Afortunadamente, el presidente Correa no fue seriamente herido, su Gobierno prevalece y el programa económico y social de transformación del Ecuador continúa avanzando. La crisis ha terminado. Eso se debiera considerar una buena noticia para los que toman en serio el apoyo a las democracias de nuestro hemisferio", dice en la carta, María Isabel Salvador.