Los dos mineros estaban en el mismo lugar donde desde el inicio de la búsqueda, la tarde del pasado sábado, se presumía se encontraban. Apenas separados entre sí, los cuerpos de los mineros fueron recuperados poco antes de las 21:00.
La sofocación y la falta de aire fueron las causas de las muertes. En el nicho de 15 metros de alto por menos de 2 metros de ancho, ellos no tuvieron el suficiente aire. Los otros dos mineros atrapados, Walter Vera, hermano mayor de Ángel; y Paúl Aguirre, un minero recién llegado del Perú, fueron hallados tres días antes, pero en diferentes circunstancias.
Ángel y Pedro cavaban una chimenea en un tramo de la galería, a 180 metros bajo tierra. Walter –el mayor y más experimentado- guiaba ese trabajo junto con Aguirre, su ayudante.
Los dos últimos fallecieron al quedar sepultados por la roca que se desplomó la madrugada del pasado viernes. Su muerte fue instantánea, según las autopsias.
A Pedro y Ángel, a salvo dentro de la chimenea que previamente habían cavado, el tiempo les jugó en contra. “Si los hubiésemos sacado más pronto, creo que al menos mi hermano estaría vivo”, decía ayer Fulvio, hermano menor de los Vera, durante el sobrio velorio en el centro de Zaruma.
De esa localidad minera, vecina de Portovelo, son los Vera, siete hermanos donde todos los varones eran mineros.
La autopsia practicada a Ángel Vera confirmó que su muerte se produjo dos horas y media antes de su rescate. “Murió por falta de oxígeno. Cuando lo hallaron, su cuerpo no estaba rígido”, dijo René Ortega, el perito médico de la Fiscalía que practicó la autopsia.
Pedro Mendoza murió por las mismas causas, pero mucho antes. Su vida se había apagado 36 horas antes de su rescate, por asfixia. “Debido al confinamiento le faltó el aire”, explicó el perito.
Las familias de los tres mineros ecuatorianos pedían ayer que las ofertas de ayuda lleguen a concretarse. Los ministerios de Vivienda les ofreció bonos de emergencia de USD 9 200 y el de Inclusión Social ayuda para la educación de los huérfanos. “Solo nos queda esperar que el señor Presidente nos escuche”, sollozaba la hermana de los hermanos Vera. Su familia y la del minero Mendoza le pidieron eso al Primer Mandatario cuando él estuvo en Portovelo.
Minesadco, la empresa que extrae oro en el yacimiento Casa Negra, donde se produjo la tragedia, ofreció costear los gastos fúnebres. Los tres mineros, excepto Aguirre, oriundo de Piura, tenían seguro contra accidentes.
En la tarde de ayer, el cuerpo de Vera fue llevado a la iglesia de Zaruma, donde se celebraron las honras fúnebres. Pasadas las 15:30 los restos de Ángel fueron conducidos al cementerio para su sepultura.