Un juez de Nueva York ha decidido permitir a Chevron que tome declaración jurada al abogado Steven Donziger, representante de pueblos de la Amazonía en el caso que enfrenta a esta compañía con el Gobierno de Ecuador.
Según la orden sumaria del juez Lewis Kaplan del Distrito Sur de Nueva York a la que tuvo acceso hoy Efe, aunque fue aprobada el miércoles, Chevron podrá obtener testimonio bajo juramento y otras pruebas de Donziger para tratar de demostrar la supuesta conducta inapropiada de los abogados de los demandantes de Lago Agrio.
La compañía petrolera asegura que, como parte de esa "conducta inapropiada", los abogados de los pueblos de la Amazonía implicados en este caso falsificaron informes periciales, se confabularon con los peritos nombrados por la corte ecuatoriana como imparciales e, incluso, intimidaron y amenazaron a jueces y testigos.
En este litigio, residentes de la Amazonía ecuatoriana asistidos por abogados estadounidenses y ecuatorianos reclaman una indemnización de 113.000 millones de dólares (hasta el pasado septiembre sólo se reclamaban 27.000 millones) por daños medioambientales causados entre 1964 y 1990 por Texaco, que fue posteriormente adquirida por Chevron.
En su escrito el juez argumenta que el caso del que se defiende Chevron en Ecuador ya fue liquidado en su día por los tribunales de ese país, al considerar que no había base delictiva, y asegura que con el testimonio del citado abogado y con las tomas que no se incluyeron en el documental "Crude" la petrolera podrá defenderse mucho mejor.
Ese documental, dirigido por Joe Berlinger, sobre un caso judicial que se prolonga ya por más de quince años y especialmente las tomas que se grabaron para realizarlo pero que finalmente no se incluyeron (el 85% del total) se han convertido en una pieza clave para la defensa de Chevron.
En alguna de esas tomas -y que han sido visionadas por Kaplan- Donziger aparece presumiendo de su relación con el juez ecuatoriano que lleva el caso en ese país y asegurando que "cosas como estas jamás podrían pasar en EE.UU., pero en Ecuador se juega sucio".
Recientemente Donziger difundió un comunicado en el que aseguraba que él es "el cuarto abogado de las comunidades amazónicas que ha sido blanco de las acciones legales" de Chevron y que "todo es parte de la estrategia de la compañía para retrasar el juicio y distraer la atención de la montaña de pruebas que muestran su responsabilidad en la contaminación masiva de la selva amazónica".
Sin embargo, "Chevron tiene la plena confianza de que la información obtenida en este proceso dará pruebas adicionales del fraude y la corrupción perpetrados por el señor Donziger y sus socios, en el juicio contra Chevron en el Ecuador", aseguró hoy a Efe el portavoz de la compañía James Craig.
Añadió que la empresa espera que las pruebas que se puedan obtener a través del testimonio de Donziger expongan "el patrón de fraude que ha sido revelado en meses recientes".
La petrolera pública ecuatoriana PetroEcuador y Texaco tenían operaciones compartidas desde los años 1970 en Ecuador, hasta que se interrumpieron y la estadounidense acordó con ese Gobierno un plan de recuperación medioambiental por el que ella se responsabilizaba de la limpieza de 133 de las 321 instalaciones compartidas.
Texaco, que unos años después sería comprada por Chevron, invirtió 40 millones de dólares en la limpieza y en 1998 ambas partes dieron por cerrado el proceso. Ahora, el Gobierno de Ecuador ha demandando a dos abogados de la empresa estadounidense por aquel acuerdo.
Según la orden sumaria del juez Lewis Kaplan del Distrito Sur de Nueva York a la que tuvo acceso hoy Efe, aunque fue aprobada el miércoles, Chevron podrá obtener testimonio bajo juramento y otras pruebas de Donziger para tratar de demostrar la supuesta conducta inapropiada de los abogados de los demandantes de Lago Agrio.
La compañía petrolera asegura que, como parte de esa "conducta inapropiada", los abogados de los pueblos de la Amazonía implicados en este caso falsificaron informes periciales, se confabularon con los peritos nombrados por la corte ecuatoriana como imparciales e, incluso, intimidaron y amenazaron a jueces y testigos.
En este litigio, residentes de la Amazonía ecuatoriana asistidos por abogados estadounidenses y ecuatorianos reclaman una indemnización de 113.000 millones de dólares (hasta el pasado septiembre sólo se reclamaban 27.000 millones) por daños medioambientales causados entre 1964 y 1990 por Texaco, que fue posteriormente adquirida por Chevron.
En su escrito el juez argumenta que el caso del que se defiende Chevron en Ecuador ya fue liquidado en su día por los tribunales de ese país, al considerar que no había base delictiva, y asegura que con el testimonio del citado abogado y con las tomas que no se incluyeron en el documental "Crude" la petrolera podrá defenderse mucho mejor.
Ese documental, dirigido por Joe Berlinger, sobre un caso judicial que se prolonga ya por más de quince años y especialmente las tomas que se grabaron para realizarlo pero que finalmente no se incluyeron (el 85% del total) se han convertido en una pieza clave para la defensa de Chevron.
En alguna de esas tomas -y que han sido visionadas por Kaplan- Donziger aparece presumiendo de su relación con el juez ecuatoriano que lleva el caso en ese país y asegurando que "cosas como estas jamás podrían pasar en EE.UU., pero en Ecuador se juega sucio".
Recientemente Donziger difundió un comunicado en el que aseguraba que él es "el cuarto abogado de las comunidades amazónicas que ha sido blanco de las acciones legales" de Chevron y que "todo es parte de la estrategia de la compañía para retrasar el juicio y distraer la atención de la montaña de pruebas que muestran su responsabilidad en la contaminación masiva de la selva amazónica".
Sin embargo, "Chevron tiene la plena confianza de que la información obtenida en este proceso dará pruebas adicionales del fraude y la corrupción perpetrados por el señor Donziger y sus socios, en el juicio contra Chevron en el Ecuador", aseguró hoy a Efe el portavoz de la compañía James Craig.
Añadió que la empresa espera que las pruebas que se puedan obtener a través del testimonio de Donziger expongan "el patrón de fraude que ha sido revelado en meses recientes".
La petrolera pública ecuatoriana PetroEcuador y Texaco tenían operaciones compartidas desde los años 1970 en Ecuador, hasta que se interrumpieron y la estadounidense acordó con ese Gobierno un plan de recuperación medioambiental por el que ella se responsabilizaba de la limpieza de 133 de las 321 instalaciones compartidas.
Texaco, que unos años después sería comprada por Chevron, invirtió 40 millones de dólares en la limpieza y en 1998 ambas partes dieron por cerrado el proceso. Ahora, el Gobierno de Ecuador ha demandando a dos abogados de la empresa estadounidense por aquel acuerdo.