Los presidentes de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Mery Zamora, y del Guayas, William Pazmiño, tienen orden de prisión. El juez de Flagrancia Vigésimo Séptimo del Guayas, Cristian Jurado, las emitió el viernes porque no se presentaron a la audiencia de indagación el 22 de octubre.
En esa cita se preveía recabar su testimonio sobre la denuncia penal formulada por la subsecretaria de Educación, Mónica Franco, que los acusó de incitar a estudiantes del colegio Aguirre Abad a salir a las calles el 30 de septiembre.
Desde la clandestinidad, Zamora dijo a EL UNIVERSO que “la política de persecución del Gobierno” no la va a atemorizar ni a silenciar.
Pidió a la Fiscalía garantías para defenderse en libertad, pues no cree que su detención sea solo por 24 horas. Dijo además que al haber transcurrido ya ese tiempo, debe derogarse la orden de captura.
La dirigente expresó que el día de la revuelta fue al colegio Aguirre Abad, en Guayaquil, para atender la invitación a una charla con los profesores sobre la Ley de Servicio Público, y que los estudiantes salieron obedeciendo la orden de Franco de suspender las clases.
El presidente de la UNE de Pichincha, Jorge Piedra, indicó que esa medida se trata de una persecución política. Según él, se presentó con anticipación una solicitud al juez para que difirieran las comparecencias por razones de fuerza mayor.
El día que fueron citados hubo una reunión de trabajo con el Consejo Nacional Electoral, que iba a darles asesoría técnica sobre el proceso electoral de la UNE, aseveró.
En el enlace del sábado, el presidente Rafael Correa acusó a los dirigentes de la UNE de “mentirosos y cobardes” porque pusieron en riesgo a los jóvenes estudiantes.
Luis Chanchay, dirigente de la UNE, anunció anoche que pidieron la revocatoria de la orden de prisión por ilegal. “Si persisten en esa orden, tomaremos acciones de protestas”.
Anticipó para mañana una marcha y pidió que la Fiscalía actúe apegada a derecho y no como sede de PAIS para perseguir a los dirigentes.
La Federación de Estudiantes Universitarios expresó su rechazo a esta orden de prisión mediante un comunicado.
En esa cita se preveía recabar su testimonio sobre la denuncia penal formulada por la subsecretaria de Educación, Mónica Franco, que los acusó de incitar a estudiantes del colegio Aguirre Abad a salir a las calles el 30 de septiembre.
Desde la clandestinidad, Zamora dijo a EL UNIVERSO que “la política de persecución del Gobierno” no la va a atemorizar ni a silenciar.
Pidió a la Fiscalía garantías para defenderse en libertad, pues no cree que su detención sea solo por 24 horas. Dijo además que al haber transcurrido ya ese tiempo, debe derogarse la orden de captura.
La dirigente expresó que el día de la revuelta fue al colegio Aguirre Abad, en Guayaquil, para atender la invitación a una charla con los profesores sobre la Ley de Servicio Público, y que los estudiantes salieron obedeciendo la orden de Franco de suspender las clases.
El presidente de la UNE de Pichincha, Jorge Piedra, indicó que esa medida se trata de una persecución política. Según él, se presentó con anticipación una solicitud al juez para que difirieran las comparecencias por razones de fuerza mayor.
El día que fueron citados hubo una reunión de trabajo con el Consejo Nacional Electoral, que iba a darles asesoría técnica sobre el proceso electoral de la UNE, aseveró.
En el enlace del sábado, el presidente Rafael Correa acusó a los dirigentes de la UNE de “mentirosos y cobardes” porque pusieron en riesgo a los jóvenes estudiantes.
Luis Chanchay, dirigente de la UNE, anunció anoche que pidieron la revocatoria de la orden de prisión por ilegal. “Si persisten en esa orden, tomaremos acciones de protestas”.
Anticipó para mañana una marcha y pidió que la Fiscalía actúe apegada a derecho y no como sede de PAIS para perseguir a los dirigentes.
La Federación de Estudiantes Universitarios expresó su rechazo a esta orden de prisión mediante un comunicado.