viernes, 17 de septiembre de 2010

Papa reconoce fallas de Iglesia contra abusos

EDIMBURGO. El papa Benedicto XVI inició ayer, en Edimburgo, una histórica visita de cuatro días al Reino Unido admitiendo los fallos de la Iglesia para impedir los abusos sexuales a niños, que provocaron varias denuncias contra clérigos católicos en todo el mundo.

"La autoridad de la Iglesia no fue suficientemente rápida y firme para tomar las medidas necesarias", declaró el sumo pontífice a los periodistas que le acompañaban en el avión que lo llevó a la capital escocesa.

El Papa llegó en un avión de Alitalia y fue recibido al pie de la escalerilla del avión por el duque Felipe, esposo de la reina Isabel II. Después, el pontífice se dirigió al palacio de Holyrood House, en donde la reina había preparado una ceremonia de bienvenida. En su discurso, Isabel II resaltó la labor de la Iglesia católica en combatir la pobreza y el cambio climático y consideró además que la religión no puede convertirse en un vehículo de odio.

"La religión ha sido siempre un elemento crucial en la identidad nacional, y esto ha hecho que la relación entre distintos credos sea un factor fundamental en la necesaria cooperación entre las naciones", puntualizó la soberana.

Por su parte, el Papa denunció un secularismo agresivo que no aprecia o siquiera tolera los valores tradicionales y pidió a los británicos que mantengan sus raíces cristianas. "Al reflexionar sobre las enseñanzas del extremismo ateo del siglo XX, jamás olvidemos cómo la exclusión de Dios conduce a una visión sesgada del ser humano y de su destino", resaltó el pontífice.

Después de esta ceremonia, el Papa recorrió las calles de Edimburgo en el papamóvil y llegó hasta el parque Bellahouston de Glasgow (Escocia), en el que ofició una misa. Se prevé que Benedicto XVI viaje hoy a Londres, en donde se entrevistará con el arzobispo de Canterbury, líder de los anglicanos, y pasado mañana, con el primer ministro británico, David Cameron, en la catedral católica de Westminster. (AFP-EFE)

Primera misa papal en el Reino Uido

Benedicto XVI ofreció una misa en el parque Bellahouston de Glasgow (Escocia) ante unas 70 mil personas, en la cual denunció que se quiere relegar la religión de la esfera pública y dijo que el hombre tiene derecho a vivir en una sociedad que no sea una "selva de libertades autodestructivas". El Papa aconsejó además a los jovenes a no caer en vicios. "Hay muchas tentaciones que debéis afrontar cada día -droga, dinero, sexo, pornografía, alcohol- y que el mundo dice que darán felicidad, cuando, en verdad, estas cosas son destructivas", expreso el pontífice, que alegó que solo con Dios se puede escapar de estas tentaciones (AFP)