La medida se concretó ayer. La Cancillería ecuatoriana interpuso visado para nueve países de África y Asia. Estos son: Afganistán, Bangladesh, Eritrea, Etiopía, Kenia, Nepal, Nigeria, Pakistán y Somalia.
En una entrevista con la agencia oficial de noticias Andes, el subsecretario de Asuntos Migratorios, embajador Leonardo Carrión, dijo que esta acción se adoptó al detectarse “un inusual flujo migratorio” desde esos países.
A partir del 20 de junio del 2008, el país dejó de pedir visas y permitió el ingreso libre de personas de otros países. Desde entonces, agentes de la Policía detectaron que Ecuador se convirtió en paso de tráfico de emigrantes.
Ayer, Carrión señaló que este es un “acto humanitario, de prevención, para evitar la utilización de Ecuador como puente en tránsito hacia terceros países por parte de bandas internacionales”.
En el 2007, cuando en Ecuador aún se pedía visa, ingresaron al país 11 ciudadanos de Bangladesh. Pero cuando en el 2008 se eliminó este requisito, la cifra subió a 107, en el 2009 fueron 322 y en lo que va del año han ingresado 284 personas desde ese país.
Este movimiento migratorio se repite con ciudadanos de los nueve países que ahora tienen nuevas reglas para ingresar. En el 2007, entraron a Ecuador 12 personas de Nepal. En el 2009 se disparó a 234 (ver estadísticas).
Carrión explicó que esta medida entra en vigencia de inmediato e indicó que se comunicará oficialmente a las entidades involucradas en este tema. El Embajador aclaró que la medida no tiene que ver con la relación bilateral que se mantiene con los países en mención, “con los cuales Ecuador tiene relaciones normales”.
Walter Hoflich, consultor de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para Perú y Ecuador, afirmó que “desgraciadamente hay personas que quieren utilizar la apertura”.
El funcionario peruano, quien está en Quito para analizar delitos relacionados con la trata de personas, aseguró que las autoridades de control migratorio deben generar mecanismos paralelos al tema de las visas.
Al ser consultado por Andes si se aplicará una medida similar para gente de Colombia y Cuba, Carrión explicó que son tratamientos distintos. En el caso de Colombia -dijo- hay que tomar en cuenta que este es un país fronterizo con Ecuador y que los flujos de personas requieren otros controles, “no necesariamente el migratorio”.
En el caso de los cubanos -según Carrión- también hay un tipo de migración que “permanentemente es analizado por los gobiernos de ambos países”. “En este caso se toma en cuenta que las facilidades de ingreso al país no sean usadas para acciones ilegales como el tráfico de personas”.
La Cancillería no descartó que posteriormente se tomen medidas similares -como las que se hicieron públicas ayer- y que involucren a otras naciones.
