El convenio, suscrito en enero pasado por las petroleras estatales de Ecuador y de Uruguay (Ancap), y con vigencia de dos años, supone la entrega de crudo ecuatoriano a cambio de gasolina procesada en las refinerías uruguayas.
Esta negociación genera, además, otro tipo de beneficios porque "no se pagan costos por apertura de cartas de créditos internacionales", se evita la salida de divisas y "se eliminan a los intermediarios", precisó la empresa ecuatoriana en un comunicado.
El programa se inauguró en marzo pasado con la llegada a Uruguay del primer cargamento de crudo ecuatoriano, de un volumen de 360.000 barriles mensuales.
En esa ocasión, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo que el convenio formaba parte del proceso de integración que vive la región y que era beneficioso para ambas partes.
"Ecuador produce petróleo, pero no tiene capacidad de refinado y estábamos en el gravísimo error de exportar crudo, venderlo al intermediario, que se lo vendía caro a Uruguay, para poder nosotros comprar productos refinados al mismo intermediario", indicó entonces el presidente ecuatoriano.
Sólo con el intercambio de los primeros 360.000 barriles, tanto Uruguay, que importa la totalidad del petróleo que consume, como Ecuador, se ahorran 25 millones de dólares y evitaron que ese dinero se quedara en manos de las trasnacionales, dijo el gobernante.