El denominado ‘Plan Ecuador’ que nació como una alternativa de paz, frente a los efectos del Plan Colombia, no estaría beneficiando plenamente a la población de la frontera norte.
Esto lo dejó entrever el mismo presidente Rafael Correa, quien hizo un llamado de atención a sus gestores, entre los que nombró a Miguel Carvajal, ministro de Defensa Interna y Externa y Martha Moncada, secretaria técnica de Plan Ecuador.
A ellos les instó a que “se pongan las pilas” con el programa que fue presentado en 2007, pero que se puso en vigencia este año, cuando la población que vive en la zona de frontera empezó a tener problemas de salud, por las aspersiones aéreas de glifosato.
Sin hacer una mayor mención a estos detalles, Correa ordenó que se mejoren los servicios públicos y la presencia del Estado en la frontera con Colombia, para acabar con la influencia de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entre pobladores de esa zona.
Correa destacó las mejoras hechas a la infraestructura militar de la frontera, pero remarcó que ese progreso debe notarse también en la población.
Aseguró que en la zona de frontera hay mucha gente que brinda colaboración a las FARC, porque los rebeldes llevan medicinas y generan trabajo en la zona.
Ante ello, "tenemos que disputar esa influencia de las FARC, dando servicios públicos" mejores, pero no solo por esa razón, sino porque es un "deber del Estado", apostilló Correa.
"Qué bueno que nuestros soldados vivan mejor en la frontera, pero si ellos viven mejor, nuestros pobladores en la frontera también deben vivir mejor", apuntó y dijo que esa es "la concepción del Plan Ecuador".
Esto lo dejó entrever el mismo presidente Rafael Correa, quien hizo un llamado de atención a sus gestores, entre los que nombró a Miguel Carvajal, ministro de Defensa Interna y Externa y Martha Moncada, secretaria técnica de Plan Ecuador.
A ellos les instó a que “se pongan las pilas” con el programa que fue presentado en 2007, pero que se puso en vigencia este año, cuando la población que vive en la zona de frontera empezó a tener problemas de salud, por las aspersiones aéreas de glifosato.
Sin hacer una mayor mención a estos detalles, Correa ordenó que se mejoren los servicios públicos y la presencia del Estado en la frontera con Colombia, para acabar con la influencia de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entre pobladores de esa zona.
Correa destacó las mejoras hechas a la infraestructura militar de la frontera, pero remarcó que ese progreso debe notarse también en la población.
Aseguró que en la zona de frontera hay mucha gente que brinda colaboración a las FARC, porque los rebeldes llevan medicinas y generan trabajo en la zona.
Ante ello, "tenemos que disputar esa influencia de las FARC, dando servicios públicos" mejores, pero no solo por esa razón, sino porque es un "deber del Estado", apostilló Correa.
"Qué bueno que nuestros soldados vivan mejor en la frontera, pero si ellos viven mejor, nuestros pobladores en la frontera también deben vivir mejor", apuntó y dijo que esa es "la concepción del Plan Ecuador".
