Los trabajadores sindicalizados fijaron para el 15 de enero la movilización con la que protestarán contra el régimen de Rafael Correa.
La decisión la tomaron en la convención nacional que mantuvieron los dirigentes el pasado sábado, en Quito. El objetivo del encuentro era conocer los resultados de los diálogos que durante aproximadamente seis meses han mantenido con autoridades del régimen sobre el decreto 1701 que, según los dirigentes, viola la contratación colectiva y afecta la estabilidad laboral.
“Pedimos la inconstitucionalidad por violentar los derechos de los trabajadores, pero no hemos visto frutos de este largo diálogo; más bien el Presidente no entiende y se mantiene en tirar al tacho de la basura todas las conquistas que habíamos logrado por muchos años”, aseguró María Palma, dirigente de los trabajadores del Hospital del Niño Francisco de Ycaza Bustamante.
El 15 de enero, la movilización será hacia el palacio de Carondelet, según lo acordado en la reunión del sábado. No quedó definido si la concentración será en el parque de El Arbolito o en la matriz del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Eso sí, advierten que la marcha empezará en horas de la mañana, a pesar de que los trabajadores del sector público están prohibidos de protestar en horas laborables.
“El Presidente no toma medidas antiobreras y antipatrias después de las 16:00; él las toma a cualquier hora del día y, por lo tanto, el mismo derecho que tiene él de vulnerar nuestros derechos lo tenemos nosotros de salir a las calles”.
Con la movilización también pedirán el reintegro de los trabajadores despedidos de la Empresa Eléctrica de Guayaquil y el archivo de los juicios penales iniciados contra ellos bajo la acusación de terrorismo y sabotaje.
La dirigente dejó abierta la posibilidad a una huelga nacional, aunque no señaló fecha.
“Si hasta el 15 de enero no tenemos respuesta, vamos a demostrar que los trabajadores no podemos permitir demasiados abusos y vamos a exigir al Gobierno que cumpla con su oferta de campaña”.
La decisión la tomaron en la convención nacional que mantuvieron los dirigentes el pasado sábado, en Quito. El objetivo del encuentro era conocer los resultados de los diálogos que durante aproximadamente seis meses han mantenido con autoridades del régimen sobre el decreto 1701 que, según los dirigentes, viola la contratación colectiva y afecta la estabilidad laboral.
“Pedimos la inconstitucionalidad por violentar los derechos de los trabajadores, pero no hemos visto frutos de este largo diálogo; más bien el Presidente no entiende y se mantiene en tirar al tacho de la basura todas las conquistas que habíamos logrado por muchos años”, aseguró María Palma, dirigente de los trabajadores del Hospital del Niño Francisco de Ycaza Bustamante.
El 15 de enero, la movilización será hacia el palacio de Carondelet, según lo acordado en la reunión del sábado. No quedó definido si la concentración será en el parque de El Arbolito o en la matriz del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Eso sí, advierten que la marcha empezará en horas de la mañana, a pesar de que los trabajadores del sector público están prohibidos de protestar en horas laborables.
“El Presidente no toma medidas antiobreras y antipatrias después de las 16:00; él las toma a cualquier hora del día y, por lo tanto, el mismo derecho que tiene él de vulnerar nuestros derechos lo tenemos nosotros de salir a las calles”.
Con la movilización también pedirán el reintegro de los trabajadores despedidos de la Empresa Eléctrica de Guayaquil y el archivo de los juicios penales iniciados contra ellos bajo la acusación de terrorismo y sabotaje.
La dirigente dejó abierta la posibilidad a una huelga nacional, aunque no señaló fecha.
“Si hasta el 15 de enero no tenemos respuesta, vamos a demostrar que los trabajadores no podemos permitir demasiados abusos y vamos a exigir al Gobierno que cumpla con su oferta de campaña”.
