El Gobierno anunció ayer que redistribuirá unas 12.000 hectáreas de tierras ociosas entre 1.850 familias campesinas, para que las trabajen, en un proceso que forma parte del denominado "Plan Tierra". "Esto significa el inicio real de un plan de redistribución de tierras, que tanta necesidad tiene de realizarse en el país", aseguró el ministro de Agricultura, Ramón Espinel.
El proceso, empezará con la entrega de una gran hacienda ubicada en la provincia costera de Esmeraldas (noroeste) que pertenecía al banco Filanbanco, ahora en manos de la gubernamental Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) y en proceso de liquidación.
Se trata de la hacienda "El Timbre", de unas 1.000 hectáreas, que serán ofrecida a campesinos para que produzcan, con asesoría, créditos blandos y un acompañamiento del Gobierno.
Espinel dijo que también se redistribuirán otras haciendas ubicadas en las provincias costeras de Guayas y Manabí y en la andina de Pichincha, que se unirán a otras ya incluidas en el proceso y distribuidas entre agricultores en noviembre pasado.
El plan también supone la legalización de títulos de propiedad en favor de campesinos que reclaman las tierras donde han trabajado durante años, pero que aún no han sido legalizadas.
"En estos últimos tres meses se han entregado cerca de 7.000 títulos (de propiedad) y están por entregarse 12.000 más", añadió el ministro, que señaló que más de 50.000 hectáreas puedan entrar en el proceso de regularización de títulos en favor de los campesinos que las trabajan.
En julio pasado, el presiente ecuatoriano, Rafael Correa, firmó un decreto ejecutivo para que las tierras que no hayan sido cultivadas o cumplan una función social o ambiental durante más de dos años se distribuyan a organizaciones campesinas para que éstos las trabajen.
En Ecuador, según datos de un último censo, existe una altísima concentración de tierras cultivables en pocas manos, por lo que el Plan Tierra "permite saldar una deuda histórica" con campesinos pobres y tradicionalmente olvidados por el Estado, señaló la Presidencia en comunicado difundido hoy.
Esa deuda se la ha dejado de pagar históricamente a quienes trabajan la tierra, es decir, "hombres y mujeres que dan de comer a todos los ecuatorianos, generando rentas para la sostenibilidad económica del Ecuador", añadió el texto de la Presidencia.
El proceso, empezará con la entrega de una gran hacienda ubicada en la provincia costera de Esmeraldas (noroeste) que pertenecía al banco Filanbanco, ahora en manos de la gubernamental Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) y en proceso de liquidación.
Se trata de la hacienda "El Timbre", de unas 1.000 hectáreas, que serán ofrecida a campesinos para que produzcan, con asesoría, créditos blandos y un acompañamiento del Gobierno.
Espinel dijo que también se redistribuirán otras haciendas ubicadas en las provincias costeras de Guayas y Manabí y en la andina de Pichincha, que se unirán a otras ya incluidas en el proceso y distribuidas entre agricultores en noviembre pasado.
El plan también supone la legalización de títulos de propiedad en favor de campesinos que reclaman las tierras donde han trabajado durante años, pero que aún no han sido legalizadas.
"En estos últimos tres meses se han entregado cerca de 7.000 títulos (de propiedad) y están por entregarse 12.000 más", añadió el ministro, que señaló que más de 50.000 hectáreas puedan entrar en el proceso de regularización de títulos en favor de los campesinos que las trabajan.
En julio pasado, el presiente ecuatoriano, Rafael Correa, firmó un decreto ejecutivo para que las tierras que no hayan sido cultivadas o cumplan una función social o ambiental durante más de dos años se distribuyan a organizaciones campesinas para que éstos las trabajen.
En Ecuador, según datos de un último censo, existe una altísima concentración de tierras cultivables en pocas manos, por lo que el Plan Tierra "permite saldar una deuda histórica" con campesinos pobres y tradicionalmente olvidados por el Estado, señaló la Presidencia en comunicado difundido hoy.
Esa deuda se la ha dejado de pagar históricamente a quienes trabajan la tierra, es decir, "hombres y mujeres que dan de comer a todos los ecuatorianos, generando rentas para la sostenibilidad económica del Ecuador", añadió el texto de la Presidencia.