viernes, 4 de diciembre de 2009

América Latina: Tirón de orejas a Europa

Latinoamérica cerró ayer la IV Conferencia Italia-América Latina y Caribe de Milán con un sentido tirón de orejas a Europa por las políticas que "criminalizan" la inmigración, un reproche que fue pronunciado por el ministro de Asuntos Exteriores de Ecuador, Fander Falconi.

El político, quien llegó al congreso milanés también como presidente de turno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), quiso dejar patente, en pleno debate sobre las relaciones entre la UE y Latinoamérica, que la cooperación comercial entre ambas partes está bien, pero que no hay que olvidarse de la inmigración.

"Sin duda la integración europea es un ejemplo para todo el mundo (...) Pero Europa ha tenido una historia de emigración muy grande hasta hace poco hacia las dos Américas, Oceanía y Asia. Y ahora Europa criminaliza la inmigración.

"Es inconcebible que en plena globalización los capitales puedan circular libremente, pero las personas encuentren problemas. Nos corresponde a todos encontrar soluciones para salir de todo esto", añadió.

El ministro ecuatoriano pronunció el discurso más crítico de los escuchados en una conferencia que se planteaba como una buena oportunidad para Latinoamérica de acercarse aún más a otro país de la UE como es Italia, con el que, además de España y Portugal, comparte lazos históricos, sobre todo en términos humanos.

Las palabras críticas del titular de Exteriores de Ecuador se hicieron mucho más oportunas por ser pronunciadas en un país que introdujo este año el delito de inmigración ilegal y en el que la colonia ecuatoriana, junto a la peruana, es la más numerosa de entre las latinoamericanas presentes.

Falconi, quien apostó por un diálogo "sincero" con los socios comunitarios en materia de inmigración, explicó que su Gobierno decidió suspender la firma de un acuerdo que negociaba con la UE porque finalmente el texto se iba a remitir al plano comercial y Ecuador quiere un compromiso político con Europa que implique también la cooperación al desarrollo.

El ministro de Defensa de Perú, Rafael Rey, centró su discurso en los problemas de seguridad en la región, sobre todo los relacionados con el narcotráfico, el tráfico de armas y el terrorismo, y exigió a Europa la "corresponsabilidad" de los países consumidores de droga con los productores. 70.000 inmigrantes ecuatorianos tenía Italia a finales de 2008, según datos de Cáritas.