A una semana de la expiración de las preferencias arancelarias andinas (Atpdea, en inglés), los productores de brócoli comienzan a sentir los estragos de la ausencia de este beneficio, que exoneraba del pago de aranceles a unos 750 productos que se exportan a Estados Unidos.
Mencionó que si bien otros clientes han aceptado pagar el arancel, eso no soluciona el problema que acarrea exportar sin Atpdea. “Seguir llevando la cuenta, por si no resuelven el tema”, sostuvo.
La inquietud radica, además, en que en dos meses entrará la nueva producción de brócoli de México y Guatemala, lo que podría afectarlos más si no se resuelve una nueva ampliación del Atpdea.
La Cámara de Representantes no alcanzó la semana pasada el consenso para extender hasta el 1 de julio las preferencias y durante esta semana el asunto no fue abordado, por lo que se estima que quedaría relegado para marzo.
Durante la cita se acordó que se entreguen informes sobre los posibles impactos en cada ámbito por la no extensión de las preferencias. Además, se acordó pedir apoyo a los importadores y proveedores norteamericanos para que hagan lobby en el Senado de su país.
Bolívar Cevallos, propietario de la finca Galápagos, quien exporta el 25% de su producción de flores a EE.UU., explicó que sus clientes están a la expectativa de que se pueda extender la Atpdea de un momento a otro. “A fin de mes viene el momento de la verdad, si es que nos van a decir ‘vamos a medias’ o alguna cosa; realmente no sé qué va a pasar cuando tengan que mandarnos a pagar”, dijo.