"Esa gente no tiene verdaderas reivindicaciones, sus reivindicaciones son las de Bin Laden", aseguró el coronel Gadafi en un mensaje audio transmitido por televisión desde Zauiya, una localidad al oeste de Trípoli, teatro de feroces enfrentamientos.
"Ustedes en Zauiya han escogido a Bin Laden", acusó. "Ellos (los hombres de Bin Laden) les han dado drogas", afirmó.
‘Poder moral’
La rebelión popular controlaba ayer una gran parte del este del país y marcaba puntos en el oeste, pero Gadafi, en el poder desde 1969, no parecía dispuesto a dar el brazo a torcer ni a atender los llamamientos y las presiones de la comunidad internacional para evitar un baño de sangre.
Gadafi, de 68 años, que ostenta el único título de "Guía de la revolución", insistió en que su poder en Libia es simplemente "moral", al alegar que no podía renunciar a cargos que no tenía.
Crece rebelión
La sublevación tiene su bastión en la región de Cirenaica, a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo libio, desde la frontera con Egipto hasta Benghazi (1.000 km al este de Trípoli), pasando por Tobruk y Al Baida.
Testigos que se fugaron a Túnez indicaron que la rebelión también ganaba terreno hacia el oeste y que la ciudad de Zuara (a 120 km de Trípoli) había quedado en manos de los manifestantes.
Unos diez generales y coroneles desertaron y proclamaron su fidelidad a la revolución, bajo los aplausos de la multitud.
"Estamos hablando de marchar sobre Trípoli. Nuestro objetivo es Trípoli, si Trípoli no consigue liberarse a sí misma", afirmó un oficial.
Diversas reacciones
El presidente estadounidense, Barack Obama, juzgó "escandalosa" la represión que ya se cobró centenares de vidas y afirmó que los autores de las matanzas deberán responder por sus actos.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE), vacilantes en los primeros días, examinan ahora sanciones contra el régimen de Gadafi, confrontado también al abandono de sus pares árabes y a la deserción de numerosos jerarcas y diplomáticos.
El ministro francés de Defensa, Alain Juppé, afirmó que desea de "todo corazón" que Gadafi esté viviendo "sus últimos momentos como jefe de Estado", pero descartó planes de intervención militar.
El líder cubano Fidel Castro consideró en cambio que Estados Unidos y la OTAN bailan una "danza macabra de cinismo" alentando una "guerra civil" en Libia, en busca del control del petróleo.