Además, recalcó que la Serratia marcescens circula en el ambiente, por lo que los neonatos pudieron llegar infectados. “No es la sala la que está enferma, son los niños que -como tienen las defensas bajas- permiten que la bacteria entre”. Bretas descartó el traslado de los neonatos que continúan hospitalizados, porque sería riesgoso para su salud.
En su intervención, Chiriboga dijo que esos bebés reciben antibióticos para estabilizarlos. Y que sancionará a cualquier trabajador que no haya cumplido con sus funciones en el hospital.
Tras la rueda de prensa, que duró 15 minutos, el Ministro y sus acompañantes salieron presurosos de la sala. No permitieron preguntas. Lo último que dijo Chiriboga fue que la cifra oficial es de nueve neonatos fallecidos.
A esa hora, los fiscales Daniel Rodríguez, Margarita Neira y el médico de la Fiscalía, Alberto Ramírez, hacían una tercera inspección en el hospital.
En medio de un fuerte resguardo policial, que alborotó a madres y niños, ordenaron acordonar dos cubículos de Neonatología y uno de los dos quirófanos del hospital. Neira explicó que la medida, que será por 72 horas, servirá para recabar más pruebas para la indagación.
Peritos de Criminalística tomaron fotografías y pruebas. Manchas de humedad en el tumbado. Conductos de aire contaminados. Polvo concentrado en las rejillas de aire. Paredes sucias. Fueron algunas falencias.
Ayer en la sala descansaban cuatro niños en termocunas. Pero, Chiriboga dijo que eran cinco los recién nacidos que estaban internados. La fiscal Neira, que ingresó ayer al área, no cuestionó a los médicos sobre qué pasó con el quinto menor, del que habla el Ministro. En tanto que ya hay denuncias de los padres que fallecieron. Vestida de negro, Jenny Andrade siguió ayer a los fiscales en el hospital. La mujer es la madre del segundo niño que murió en Neonatología. Según el parte de defunción, su bebé falleció a causa de un shock séptico (infección). “Quiero justicia, mi hijo entró por un problema respiratorio, le dio fiebre y después un paro cardíaco”. Medardo Samaniego es el padre de otro niño. Su hijo nació en el cantón Playas e ingresó al Francisco de Ycaza el 3 de febrero. “Solo había tomado agua fuente. No era cosa de peligro”. Pero luego tuvo infección. Él también pondrá su denuncia.
Después de sepultar a su hijo, Washington Estrada presentó su queja en Fiscalía de la Policía Judicial. “La muerte de mi hijo no va a quedar impune”, dijo. La denuncia fue receptada como homicidio inintencional.