Este viernes se harán "varios actos con motivo del 19 aniversario del día de la rebelión", dijo anoche sin proporcionar más detalles sobre lo que ha previsto durante la jornada para celebrar la fecha.
En los aniversarios precedentes se limitó a justificar la intentona en sendos discursos y a desmarcarse de "golpistas clásicos", lo que anoche volvió a repetir. "A mí me dicen golpista. Está bien, díganme como quieran: dictador, golpista , pero no. Yo soy antigolpista. Nosotros, como soldados, estamos al otro extremo de (el dictador chileno Augusto) Pinochet, que sí fue un golpista", sostuvo el miércoles al confirmar que no renunciaría a la conmemoración de la intentona.
Como teniente coronel del Ejército, Chávez lideró el golpe frustrado contra el presidente de la época, Carlos Andrés Pérez, quien tres años antes había ordenado a los soldados sofocar a tiros la revuelta popular "El Caracazo", desatada por unas alzas de precios y tarifas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esa revuelta popular, agregó Chávez anoche, "fue la mecha, el disparador de la rebelión de la juventud militar que ya no aguantaba más" recibir órdenes de disparar contra civiles, como aconteció entonces con un saldo extraoficial de más de un millar de muertos.
El 4 de febrero de 1992 todas las miradas se dirigieron a un entonces desconocido Chávez que, vestido con uniforme de combate, pidió a sus subalternos deponer las armas, tras admitir con un "por ahora" su inicial fracaso en su empeño por llegar al poder.
Tras dos años encarcelado, fue amnistiado, dejó las filas castrenses y renunció a la lucha armada como vía para instaurar al socialismo del siglo XXI que dice propugnar.
Creó entonces un partido político que lo presentó como candidato en los comicios presidenciales que ganó en diciembre de 1998, para ser investido por primera vez el 2 de febrero de 1999, duodécimo aniversario que celebró ayer con varias alocuciones televisadas.
El golpe de Estado frustrado de 1992 y su asunción presidencial siete años después fueron fruto de la revuelta de 1989, porque se trata de "hechos históricos encadenados" entre sí, añadió.
"Lo que hoy estamos conmemorando -reiteró el miércoles sobre el duodécimo aniversario de su investidura presidencial- es resultado del 4 de febrero de 1992, porque sin 4 de febrero yo no estaría aquí ; y si no hubiese sido por la rebelión popular de 'El Caracazo' tampoco hubiera ocurrido el 4 de febrero".