La funcionaria destacó que el proyecto contiene incentivos de carácter general, tales como la reducción de tres puntos en el impuesto a la renta (IR), es decir baja de 25 a 22%, un punto por cada año a partir de la entrada en vigencia del mismo.
También consta la exoneración del pago del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) en el caso de tratarse de pago de créditos externos con un plazo mayor de un año.
Se plantea, además, la exoneración total del IR por cinco años en nuevas inversiones, pero sólo en sectores de alimentos frescos, elaborados; cadena forestal y agroforestal; metalmecánica, petroquímica, farmacéutica, turismo, energías renovables, servicios logísticos, biotecnología, software, y los sectores estratégicos del Gobierno.
Este beneficio, sin embargo, sólo se aplicará para las inversiones que se realicen en el territorio nacional, excepto las zonas urbanas de Quito, Guayaquil y Cuenca. Al respecto, se asegura que se excluyeron a estas ciudades porque están entre las de menor pobreza y mayor actividad económica y empresarial.