
Esta primera contribución de otro país al llamado proyecto Yasuní-ITT fue oficializada mediante la firma de un acuerdo de administración entre el canciller chileno, Alfredo Moreno, y el representante en Ecuador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), José Manuel Hermida.
El instrumento fue suscrito luego de que el pasado lunes Chile depositara el dinero en Nueva York en una cuenta del PNUD, que administra un fideicomiso creado para canalizar los 3.600 millones de dólares que Ecuador espera recibir en contraprestación por no explotar 846 millones de barriles de petróleo.
Ese dinero equivale al 50% de lo que el país recibiría si comercializa el crudo, según Quito, que asegura que al mantener sin explotar la reserva se dejarán de emitir 407 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, responsable del calentamiento global.
"Para Chile es un honor ser el primer país que materializa su aporte a la iniciativa", dijo el canciller chileno, recordando que el aporte fue anunciado por el presidente Sebastián Piñera durante una visita a Quito el pasado 6 de agosto.
Moreno aseguró que el Yasuní-ITT es una propuesta "creativa, audaz y emblemática", y no descartó una nueva contribución.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, agradeció el aporte y se dijo "complacido e ilusionado con este gesto amistoso" que muestra "lo que deben hacer los gobiernos y pueblos del mundo ante una realidad que nos agobia" como es el cambio climático.
"Que sirva de modelo para todo el mundo desarrollado", expresó Patiño, alentando a otras naciones a respaldar el plan.
"Es significante que este primer aporte provenga de un país de ingresos medios, ya que los países en vías de desarrollo son los más afectados por el cambio climático sin haber sido los que más han contribuido a este fenómeno" del calentamiento, resaltó a su vez el funcionario de la ONU.