lunes, 19 de julio de 2010

Santos y Uribe afrontan sus primeros roces estratégicos

Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos comenzaron a hacer evidentes sus profundas diferencias en cuanto al manejo político y diplomático de Colombia.

Esto, a menos de tres semanas de que Uribe entregue el poder y Santos tome las riendas del país. Los primeros puntos de discrepancia han surgido en el terreno de las relaciones exteriores.

El ex mandatario Ernesto Samper dijo que la Presidencia de Álvaro Uribe representa “una de las épocas más siniestras” de la diplomacia nacional. Y que la reciente crisis desatada con Venezuela busca afectar a Santos.

La semana anterior, la Casa de Nariño denunció públicamente que guerrilleros de las FARC se esconden en Venezuela y pidió a la OEA una reunión para analizar estas acusaciones. El tema generó la dura reacción de Venezuela, que terminó con el retiro de su Embajador en Colombia. Por su parte, Santos, desde EE.UU., reaccionó prudente, argumentando que es necesario conservar canales diplomáticos.

Para Samper, con estas nuevas denuncias, lo que Uribe quiere es “ponerle más palos en la rueda” y “montar una carga de profundidad”, contra Santos.

Según Samper, el “aislamiento, peleas o relaciones distantes de Bogotá con Nicaragua, Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Brasil se deben a que Uribe convirtió la política de seguridad democrática en política exterior”.

El Mandatario electo le da especial importancia a la política exterior en razón de la experiencia que tiene en el tema. Por ejemplo, fue delegado de la poderosa Federación Nacional de Cafeteros en Londres. También fue ministro de Comercio Exterior, desde donde se dedicó a abrir mercados.

En contraste, Uribe es un hombre más concentrado en los temas internos, siempre pendiente del detalle y de la provincia, donde pasa un buen tiempo.

En las posiciones de Uribe y Santos respecto a Venezuela, en los últimos días confluyen dos variables centrales de la relación binacional: seguridad y comercio.

Para el ex asesor de Uribe, José Obdulio Gaviria, “Santos está trazando una política que depende de los mismos elementos definidos por Uribe”, y que “no hay antagonismo o diferencia. Los dos representan la misma corriente”.

El ex presidente Samper analizó las primeras acciones de Santos, sobre todo en materia internacional, como “pasos legítimos para asegurar su gobernabilidad”, los cuales “no tienen por qué coincidir con los de Uribe”.

A nivel interno también han existido diferencias. De hecho, las incomodidades iniciales filtradas desde algunos sectores uribistas se produjeron porque los primeros ministros anunciados por Santos no salieron de sus entrañas. Ni Juan Carlos Echeverry (Hacienda-Economía) ni María Ángela Holguín (Canciller) ni Germán Cardona (Transporte) tienen la impronta uribista.

También fue cuestionada la designación de Juan Camilo Restrepo, un crítico del Gobierno, como ministro de Agricultura.

A Uribe tampoco le gustó que Santos, aún siendo candidato, invitara a Gustavo Petro, César Gaviria y a Germán Vargas a su proyecto de ‘unidad nacional’ pues los considera tres de sus contradictores más fuertes.