Las petroleras estatales están listas para asumir la operación de los pozos que sean revertidos al Estado por las transnacionales que no acepten renegociar sus contratos, como ordenan las reformas legales en el sector, aseguró este martes el gobierno ecuatoriano.
"Detrás de esto hay un plan operativo muy consistente entre Petroecuador y Petroamazonas para que, en caso de que no se llegue a un acuerdo, podamos tomar la operación de estas empresas privadas y seguir extrayendo el crudo de los ecuatorianos, dijo el ministro de Sectores Estratégicos, Jorge Glass.
Ecuador anunció el lunes la entrada en vigencia de enmiendas que le aseguran al socio más pequeño de la OPEP la explotación total de crudo y obligan a las compañías extrajeras a firmar nuevos convenios so pena de tener que entregar sus pozos.
"Las (empresas) que no acojan el nuevo modelo de contrato tendrán que salir del país, se liquidará su contrato, veremos qué activos tienen y tendrán que irse", reiteró el ministro al canal Gama TV.
La nueva ley prevé cambiar los acuerdos de participación vigentes, en que las transnacionales controlan el 80% de la producción, por unos de prestación de servicios en los cuales el Estado pagará costos de producción y un margen de utilidad según el nivel de riesgo.
Con ello Ecuador, que extrae unos 472.000 barriles por día (b/d), asumirá toda la producción y los ingresos extraordinarios por el alza del precio, cuya distribución pasó de 50% a 1% para las empresas extranjeras, durante el gobierno del presidente socialista Rafael Correa.
Las compañías tendrán 120 días para suscribir el nuevo acuerdo, mientras que para los campos marginales el plazo es de seis meses, tras lo cual se abrirá "una gran licitación para exploración", dijo Glass, y agregó que las petroleras tienen "derecho de presentar los recursos jurídicos que estimen" procedentes.
Entre las firmas que deberían renegociar figuran la hispano-argentina Repsol-YPF, la china CNPC y la brasileña Petrobras.
"Detrás de esto hay un plan operativo muy consistente entre Petroecuador y Petroamazonas para que, en caso de que no se llegue a un acuerdo, podamos tomar la operación de estas empresas privadas y seguir extrayendo el crudo de los ecuatorianos, dijo el ministro de Sectores Estratégicos, Jorge Glass.
Ecuador anunció el lunes la entrada en vigencia de enmiendas que le aseguran al socio más pequeño de la OPEP la explotación total de crudo y obligan a las compañías extrajeras a firmar nuevos convenios so pena de tener que entregar sus pozos.
"Las (empresas) que no acojan el nuevo modelo de contrato tendrán que salir del país, se liquidará su contrato, veremos qué activos tienen y tendrán que irse", reiteró el ministro al canal Gama TV.
La nueva ley prevé cambiar los acuerdos de participación vigentes, en que las transnacionales controlan el 80% de la producción, por unos de prestación de servicios en los cuales el Estado pagará costos de producción y un margen de utilidad según el nivel de riesgo.
Con ello Ecuador, que extrae unos 472.000 barriles por día (b/d), asumirá toda la producción y los ingresos extraordinarios por el alza del precio, cuya distribución pasó de 50% a 1% para las empresas extranjeras, durante el gobierno del presidente socialista Rafael Correa.
Las compañías tendrán 120 días para suscribir el nuevo acuerdo, mientras que para los campos marginales el plazo es de seis meses, tras lo cual se abrirá "una gran licitación para exploración", dijo Glass, y agregó que las petroleras tienen "derecho de presentar los recursos jurídicos que estimen" procedentes.
Entre las firmas que deberían renegociar figuran la hispano-argentina Repsol-YPF, la china CNPC y la brasileña Petrobras.