martes, 27 de julio de 2010

El crudo de Texas acaba sin cambios y cierra a 78,98 dólares el barril

Nueva York. EFE. El barril de crudo de Texas se mantuvo hoy en los niveles a los que cerró la pasada semana y acabó la sesión a un precio de 78,98 dólares en Nueva York, en una jornada en la que el dólar se depreciaba ante el euro y en la que se conoció un aumento mayor del esperado en las ventas de casas nuevas en EE.UU.

Al finalizar la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) con entrega en septiembre cerraron al mismo precio al que habían terminado el viernes, después de negociarse entre 79,33 y 78,06 dólares a lo largo de la sesión.

Los contratos de gasolina para entrega en agosto recortaron dos centavos respecto a la jornada anterior y cerraron a 2,10 dólares el galón (3,78 litros), en tanto que el gasóleo para ese mismo mes bajó un centavo y cerró a un precio de 2,04 dólares/galón.

El gas natural, también para entrega en agosto, se encareció tres centavos respecto a la sesión precedente y sus contratos finalizaron en 4,61 dólares por cada mil pies cúbicos.

El precio del crudo y sus derivados no encontró una sólida tendencia este lunes en Nueva York, en una sesión en la que el dólar, moneda en la que se negocian las materias primas, se depreciaba ante el euro, que se pagaba a 1,2995 dólares frente a los 1,2916 del viernes.

Los operadores no se mostraron demasiado optimistas ante los datos que difundió el Departamento de Comercio de EE.UU. relativos a ventas de casas nuevas en junio, que fueron más favorables de lo previsto y subieron un 24 por ciento para llegar a una cifra anual de 330.000 unidades, comparado con las 267.000 de mayo.

Noticias como esa suelen empujar al alza al precio del crudo y sus derivados, ya que indican que podría acercarse un repunte en la demanda energética.

Los inversores optaron este lunes, sin embargo, por permanecer a la espera de los distintos datos económicos que se divulgarán los próximos días, como los relativos a la confianza de los consumidores, a los pedidos de bienes duraderos a las empresas y al producto interno bruto (PIB) de EE.UU. en el segundo trimestre del año, entre otros.