Al menos 10 de cada 100 delitos relacionados con violencia social e intrafamiliar se cometen bajo la influencia del licor.
Las regulaciones que se impusieron desde el 16 de junio para controlar la venta de bebidas alcohólicas han ayudado a disminuir los índices delincuenciales, aseguró Jaime Vaca, director de Operaciones de la Policía Nacional.
El oficial resaltó que en la primera semana de control estas cifras bajaron un 30% y las contravenciones y accidentes de tránsito también se redujeron en un 20%.
También informó que 3 mil uniformados, que son parte de las unidades de Servicio Urbano, están trabajando en conjunto con los intendentes en los operativos para evitar el consumo de licor en las vías públicas.
Jenny Martínez, una joven que fue retirada de la vía pública mientras bebía con sus amigos, se quejó de que mientras los policías los obligaban a irse, uno de sus compañeros era asaltado en la siguiente esquina.
“En lugar de controlar la delincuencia, nos vienen a vigilar a los borrachitos”, dijo.
Sin embargo, para Jaime Vaca esta visión no tiene fundamento, pues “la labor de los policías que están trabajando en este plan es integral, no hacen solo funciones específicas, y están preparados para todo el proceso de seguridad ciudadana”.
Medida necesaria
La política restrictiva de los horarios para expender licor era necesaria y está dando resultados, agregó el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, quien sostuvo que el consumo excesivo de estas bebidas desencadena problemas de violencia social.
“El tema de consumo de alcohol en una sociedad tiene mucho que ver con violencia social, salud pública y efectividad laboral, nadie ha planteado que sea la respuesta al sicariato o a toda la delincuencia”, aclaró Jalkh.
El funcionario argumentó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que si en un país se supera el consumo de seis litros de licor per cápita anualmente, la nación entra en crisis. En ese contexto informó que en Ecuador se bebe un promedio de ocho litros.
El Secretario de Estado reiteró que la aplicación de los horarios en los fines de semana se debe a que la mayoría de los conflictos sociales ocasionados por personas alcoholizadas se ejecutan las madrugadas de sábados y domingos.
“Se ha hecho las ajustes, la venta los domingos acompañados de comida responden incluso a un hecho cultural culinario, los ceviches se acompañan con una cerveza, lo que se ha controlado es el exceso”, puntualizó.
Plan integral
Lautaro Ojeda, especialista en seguridad, considera que la medida restrictiva del alcohol es positiva, pero advirtió que sólo dará resultados si se mantiene en el tiempo y si es acompañada de otras acciones.
En este sentido sostuvo que la medida tiene que complementarse con controles permanentes de la Policía, la participación de los ciudadanos (que deben protegerse y denunciar los delitos) y con un sistema judicial en el que no se deje libres a los delincuentes. Para el experto sólo así se lograrán resultados a largo plazo.
EL DATO
Los días viernes y sábado sólo se puede expender licor hasta las 02:00. Los domingos se permite la venta en locales de comida.