El directorio del Banco Central de Ecuador aprobó el viernes último en sesión extraordinaria una regulación por la que autoriza el inicio del funcionamiento del Sistema Unitario de Compensación Regional de pagos (Sucre) para operaciones comerciales con los países miembros del Alba.
La decisión de la entidad se tomó casi un mes después de que la Asamblea aprobara el Tratado Constitutivo del mecanismo financiero, auspiciado por la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), integrada por Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Ecuador, Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y Las Granadinas.
En un comunicado, el Banco Central señala que el Sucre posibilitará "los pagos y cobros utilizando la Unidad de Cuenta 'Sucre', para operaciones de comercio exterior" entre las naciones del organismo regional.
La nueva regulación incorporará a las instituciones públicas y privadas, controladas por la Superintendencia de Bancos y Seguros, y a las cooperativas de ahorro y crédito, bajo la tutela del Ministerio de Inclusión Económica y Social, que tengan una cuenta corriente activa en el Banco Central.
Con la normativa, esas entidades comenzarán a realizar operaciones de comercio exterior a través del Sucre, añade el texto oficial.
El convenio del Sucre fue suscrito el 16 de octubre de 2009, en la ciudad boliviana de Cochabamba, por Bolivia, Ecuador, Cuba, Honduras, Nicaragua y Venezuela, aunque el Gobierno de Tegucigalpa se retiró tras la crisis democrática en esa nación.
El Sistema de Compensación tendrá como su máximo organismo al Consejo Monetario Regional, que dictará políticas, normas y medidas para su funcionamiento y se dedicará a emitir y asignar los Sucres a cada Estado parte del convenio.
Además, según se afirmó desde la Asamblea ecuatoriana el día de la aprobación del convenio, el mecanismo "permitirá minimizar el uso del dólar en el comercio exterior y en las transacciones financieras regionales" así como "la inclusión de nuevos actores y nuevas lógicas y mercados".
El Sucre forma parte de las iniciativas que varios gobiernos de América Latina llevan adelante como parte de la creación de una Nueva Arquitectura Financiera Regional (NAFI) en busca de una potenciación de las economías de sus países y una mayor soberanía. (EFE)