En medio de críticas y hermetismo, TC Televisión y Gama TV se alistan para su venta. Los trabajadores no creen que serán dueños
A ocho días de haber salido a concurso de venta y a tres días para que se cumplan dos años bajo el control del Estado ecuatoriano, TC Televisión, Gama TV y Cable Visión concentran falsas expectativas y cuestionamientos en su proceso de venta.
La razón: informes de monitoreo, como los de Infomedia y agencias de publicidad, han dejado al descubierto que las dos cadenas televisivas aglutinan básicamente publicidad estatal y, por ende, el uso de fondos públicos.
En cuestión del rating o acogida, TC Televisión, por trayectoria popular, mantiene atento al televidente, siendo El noticiero, en la mañana y en la noche, el líder en audiencia en Quito y Guayaquil, superando a Ecuavisa.
Pero el panorama para Gama TV y Cablevisión no ha sido el mejor en audiencia durante estos dos años. Los noticieros apenas rebasan el punto de rating, en el caso de Gama TV. Las cadenas presidenciales de los sábados tampoco gozan de la preferencia del televidente.
Sobre la acogida, la situación financiera, el desenvolmiento administrativo y operativo, ninguna autoridad de estos medios incautados por el Estado decidió hablar sobre ello a Diario HOY, pese a que se pidió a sus respectivas gerencias la información por escrito.
Por medio de correos electrónicos llegados a la redacción de HOY, empleados de los canales incautados revelaron lo que ellos llaman "injusticias". "No somos cobardes, pero si nos botan de aquí, a dónde vamos a conseguir trabajo", confirmaron al justificar su anonimato. Manifestaron no estar conformes con el congelamiento de sus sueldos, compras no justificadas de equipos y exceso de personal nuevo que ingresa con salarios superiores a los suyos. Incluso contaron que viajes a Las Vegas (Estados Unidos) son pagados con fondos de los canales.
No obstante, el esfuerzo por levantar la audiencia, en ambas estaciones, ha saltado al aire.
Las contrataciones de nuevos talentos de televisión, nacionales y extranjeros, como Pablo Granados, de Videomatch; la renovación de programas; la inyección fuerte de publicidad gubernamental y hasta la compra de novelas han sido los instrumentos para lograrlo. Algunos talentos de pantalla, como Marián Sabaté, han reconocido "ganar más que el presidente de la República".
La exhibición de novelas, como El capo o Rosario Tijeras, fueron criticadas por su contenido violento, cuando el país vive una ola de sicariato. Incluso, la segunda salió del aire a las tres semanas de iniciada y cuando se la pretendió tener seis meses en la programación. No se sabe si representó o no un gasto infructuoso.
Las firmas auditoras BDO Ecuador y Romero & Asociados revisaron las cuentas de Compañía Televisión del Pacífico Teledos (Gama TV) y Cadena Ecuatoriana de Televisión Canal 10 (TC Televisión).
Las auditorías se efectuaron desde el 31 de diciembre de 2008 al 31 de diciembre de 2009.
En primera instancia, BDO confirmó que Gamatv no proporcionó la documentación suficiente "de sus pasivos a corto y largo plazo", que suman más de $4 millones con dos compañías extranjeras. "Por estas circunstancias no nos fue posible establecer los posibles efectos sobre los estados financieros". La auditoría incrementa las deudas incobrables a casi $3 millones y establece sobrevaloración de inventarios en $400 mil en material fílmico.
Por otro lado, en los estados de resultados, Gama TV vendió $18,9 millones, es decir $3 millones más que en 2008.
En cambio, Romero & Asociados resumió que TC Televisión mejoró sus ventas netas de $29,3 millones (2008) a $30,5 millones (2009). La utilidad neta disminuyó de $3,5 millones en 2008 a $2,6 millones en el año 2009.
Dudas y división, en los canales
La división, pesimismo, temor el inconformismo son parte del ambiente laboral que predomina en los canales incautados.
El paso de los canales hacia el control del Estado se inició el 8 de julio de 2008, bajo la resistencia de periodistas, trabajadores y presentadores. Hoy el mal ambiente laboral se lo demuestra por e-mails y bajo anonimato.
La mayoría teme ser despedida. De hecho, el retiro voluntario del periodista Fausto Valdiviezo de la Secretaría del Comité de Trabajadores de TC Televisión lo puso de manifiesto. "Salí por razones personales, de salud. Me excusé por una discusión que tuve con alguien", dijo. Además descartó, a título personal, que exista intéres de los trabajadores por comprar TC Televisión.
El razonamiento de los empleados, aunque no lo quiso confirmar el actual secretario sindical, Jorge Rendón, está ligado con el dinero. El canal cuesta $70 millones, a más de ello tiene líos legales internacionales.
En cuanto a la parte operacional y administrativa, Valdiviezo dijo: "Guardo mis reservas". Sin embargo, citó que si antes eran 360 trabajadores, la lista ha incrementado 200 personas más.