Hoy los latinos en Nueva York se dejan apresar como una forma de denuncia y de rechazo a la ley de inmigración aprobada en Arizona y exigiendo que se debata una ley que dé una salida digna a unos 12 millones de indocumentados que ya están aquí.
Van a las concentraciones vistiendo camisetas donde se lee “Soy indocumentado”, aunque en realidad no lo son. Personas de varios credos religiosos, activistas y jornaleros se juntan y comienzan a realizar ayunos.
Estudiantes sin documentos se plantan frente a las oficinas de senadores pidiendo que los dejen seguir en sus estudios. En Nueva York seis estudiantes están en huelga de hambre frente a las oficinas del senador Charles Schumer. Amenazan con ir hasta las últimas consecuencias a riesgo de incluso ser deportados.
Xavier Valdez, de la organización Se Hace Camino en Nueva York, cree que levantar un movimiento de desobediencia civil es la forma de hacer sentir que los latinos son importantes.
Ángel Balath es un inmigrante de la India y en este movimiento encuentra que “hay algo nuevo porque es muy difícil seguir aceptando que no tenemos el derecho a una familia en este país”.
Por doquier hay actividades lideradas por organizaciones. El martes un grupo de personas se tiende en la calle Broadway frente al edificio de Inmigración en Nueva York. Llega la Policía y los detiene. Uno de ellos que fue a parar por algunas horas a la cárcel fue José Vargas, un maestro del Bronx, quien dice que hay que “levantar la voz en contra de una ley que hace la vida imposible a nuestros niños”.
El miércoles con la estatua de La Libertad en el fondo se anuncia el comienzo de un ayuno de tres días de 40 personas, mientras duermen en el gimnasio de una iglesia. El sábado les tomarán la posta un grupo de jóvenes.
En ese marco, ayer, el presidente estadounidense Barack Obama y la gobernadora de Arizona, Jan Brewer discutieron sobre la polémica ley antiinmigrante promulgada en ese estado fronterizo con México, y sobre la necesidad de abordar una reforma del sistema de inmigración. “El presidente y la gobernadora coincidieron en que la falta de acción para reparar el sistema a nivel federal es inaceptable”, señaló la Casa Blanca. Obama pidió a la gobernadora republicana que se una a sus esfuerzos para lograr una reforma migratoria integral.
Van a las concentraciones vistiendo camisetas donde se lee “Soy indocumentado”, aunque en realidad no lo son. Personas de varios credos religiosos, activistas y jornaleros se juntan y comienzan a realizar ayunos.
Estudiantes sin documentos se plantan frente a las oficinas de senadores pidiendo que los dejen seguir en sus estudios. En Nueva York seis estudiantes están en huelga de hambre frente a las oficinas del senador Charles Schumer. Amenazan con ir hasta las últimas consecuencias a riesgo de incluso ser deportados.
Xavier Valdez, de la organización Se Hace Camino en Nueva York, cree que levantar un movimiento de desobediencia civil es la forma de hacer sentir que los latinos son importantes.
Ángel Balath es un inmigrante de la India y en este movimiento encuentra que “hay algo nuevo porque es muy difícil seguir aceptando que no tenemos el derecho a una familia en este país”.
Por doquier hay actividades lideradas por organizaciones. El martes un grupo de personas se tiende en la calle Broadway frente al edificio de Inmigración en Nueva York. Llega la Policía y los detiene. Uno de ellos que fue a parar por algunas horas a la cárcel fue José Vargas, un maestro del Bronx, quien dice que hay que “levantar la voz en contra de una ley que hace la vida imposible a nuestros niños”.
El miércoles con la estatua de La Libertad en el fondo se anuncia el comienzo de un ayuno de tres días de 40 personas, mientras duermen en el gimnasio de una iglesia. El sábado les tomarán la posta un grupo de jóvenes.
En ese marco, ayer, el presidente estadounidense Barack Obama y la gobernadora de Arizona, Jan Brewer discutieron sobre la polémica ley antiinmigrante promulgada en ese estado fronterizo con México, y sobre la necesidad de abordar una reforma del sistema de inmigración. “El presidente y la gobernadora coincidieron en que la falta de acción para reparar el sistema a nivel federal es inaceptable”, señaló la Casa Blanca. Obama pidió a la gobernadora republicana que se una a sus esfuerzos para lograr una reforma migratoria integral.