En Guayaquil, crece el negocio de los préstamos de bajo monto. Negocios pequeños se financian con esta modalidad. El Gobierno cree que es uno de los causantes de violencia
"Credi Rápido: estamos para cubrir las necesidades de su hogar o negocio. Gracias por preferirnos". Este es el eslogan que consta en las tarjetas de presentación de un negocio de préstamos informales.
Pero esta modalidad de usura no es la única. José Medina, un comerciante de La Bahía, le pidió a un "chulquero" $8 000 con un interés del 20% mensual. No pudo pagar la deuda y su vivienda está en proceso de embargo, porque le firmó una letra de cambio a dicho individuo.
Según datos del Observatorio de Seguridad Ciudadana (OSC), en la urbe, durante 2010, se han detectado 98 casos por extorsión, encontrándose dentro de esta modalidad la usura. Pero a pesar de ello, en la Fiscalía del Guayas solo se han presentado 12 denuncias.
Asimismo, en un estudio realizado en el año 2007 por Cedatos, el crédito informal representaría el 9% de los préstamos en todo el país, el mismo al que recurren más del 75% de los pequeños productores y empleados autónomos o informales.
El miércoles pasado, en la reunión del Consejo de Seguridad del Guayas, el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, afirmó: "No se trata solamente de un "inocente" negocio de usura, sino que detrás de eso hay lavado de activos, narcotráfico, que producen luego ajustes de cuentas y cobros violentos de deudas".
En tanto, el jefe de la Policía Judicial del Guayas, Edmundo Mera, manifestó que la institución está ejecutando "un plan de investigación" para determinar si los prestamistas tienen relación con los últimos casos de sicariato".