Siete presidentes parlamentarios estuvieron presentes ayer en la cita convocada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). El acto se desarrolló en el Pleno de la Asamblea Nacional.
Los asistentes fueron Fernando Cordero (Ecuador), Santiago Castro (Colombia), José Poyo (Venezuela), Luis Alva (Perú) Jorge Pizarro (Chile), Eduardo Fellner (Argentina) y Héctor Arce (Bolivia). El encuentro se desarrolla desde el fin de semana en Quito. Los siete confirmaron su firme voluntad de avanzar en la constitución del Parlamento Suramericano, de conformidad con lo dispuesto en el art. 17 de ese tratado.
Declararon además la urgencia de establecer que la coordinación política, para constituir el organismo, esté a cargo de todos los presidentes. Aunque, los titulares del Legislativo de Chile y de Venezuela propusieron que Fernando Cordero, presidente de la Asamblea de Ecuador, mantuviera la coordinación parlamentaria a nivel de la región.
En su intervención ante el Pleno, Cordero echó mano de la historia. Señaló que el venezolano Francisco de Miranda, precursor de la integración suramericana, en 1790, propuso la creación de un gran estado hispanoamericano, llamado Colombia, que debería extenderse desde el río Mississippi, en el norte, hasta Cabo de Hornos, al sur.
Cordero, además, se refirió al peso geopolítico de América del Sur. En la zona residen unos 400 millones de habitantes, que representan el 43% de la población del continente y el 5,7% de la población mundial. Indicó que en la región se concentra el 28% de toda el agua dulce del planeta.
Para el canciller Ricardo Patiño, con esta cumbre se da un paso importante en la consagración de la unión, pues se tendrá una legislación sudamericana. “Esto requiere más que la unificación de organismos de los gobiernos centrales sino del Estado”, dijo y anunció que en las próximas semanas habrá una cita de entes judiciales.
El presidente Rafael Correa, quien fue invitado al acto solemene, invocó en su discurso la memoria de los precursores de América para recordar que la ruta de unión e integración ya fue trazada hace 200 años.
Fue un discurso de 30 minutos. Allí planteó la necesidad de crear una nueva arquitectura financiera regional, un paso fundamental para la optimización del ahorro regional y para hacer a los países menos vulnerable a la crisis. Para ello habló de tres ejes.
Son: el Banco del Sur, el fondo común de reserva y un sistema de pagos, que puede comenzar con la vigencia de una moneda contable regional, como lo hizo la Unión Europea con el euro.
Correa dijo que era un imperativo de sentido común traer las reservas, juntarlas y administrarlas adecuadamente para financiar el desarrollo de la región. Luego, usarlas para respaldar potenciales crisis financieras y de balanza de pagos a través de un fondo.