Una nueva licencia profesional prepara la Comisión Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre. Esta tendrá nueve categorías y el usuario podrá optar por una o por todas las opciones, mediante exámenes individuales. Este nuevo documento se entregará a los choferes que se gradúen, así como cuando los actuales poseedores se acerquen a renovar el suyo.
El objetivo, dice Ricardo Antón, director de la Cnttt, es reducir el número de accidentes y facilitar la especialización de los choferes. El nuevo documento ha sido puesto a disposición de los gremios del transporte, pero estos, encabezados por los dirigentes de la Federación Nacional de Choferes han expresado reparos y, por tanto, se ha abierto una polémica.
En la actualidad, una persona que obtiene su licencia profesional tiene la categoría C. Al paso de los años va canjeando ese documento y en unas dos décadas puede contar con una de la categoría E, especial, que le faculta a manejar tráiler y hasta maquinaria pesada.
“Cómo puede ser posible que una persona que sacó su licencia para tener un bus en una cooperativa, porque eso exige la ley, pero que no maneja, con el paso de los años tenga autorización para conducir un tráiler. Esa persona no puede manejar ni su propio bus, no debe manejar”, señala Antón.
La nueva licencia tiene nueve especialidades. Si el interesado maneja un bus, debe dar el examen respectivo y en el reverso constará esa aprobación. Para conducir su auto personal debe aprobar otra prueba y tendrá ese registro en su licencia. Incluso un chofer puede aprobar los nueve exámenes y manejar todo tipo de automotores.
Si no aprueba, el interesado debe tomar un curso y someterse a una nueva evaluación. “A nadie se le va a quitar la licencia. Si desean manejar todo tipo de vehículos deben aprobar los exámenes y no es problema”, refiere el director de la Cnttt.
En el caso de las licencias sportman o deportivas (categoría B), estas se mantienen tal cual están en la actualidad. Lo mismo sucederá con las de motociclistas. En cambio, los conductores de tricimotos que se usan para el transporte de pasajeros tendrán la obligación de contar con su licencia profesional, tipo A1.
Antón refiere que para que estos cambios se apliquen, hará una reforma al reglamento. “La ley sigue como está. Los Sindicatos de Choferes seguirán capacitando en sus escuelas. Lo que se hace es regular y tomar los exámenes. Eso le corresponde a la Comisión Nacional de Tránsito”, dice.
Pero el sector de la transportación se opone a esta iniciativa. Ricardo Onofre, secretario de la Federación Nacional de Choferes del Ecuador, dice que el pasado mes de abril, Ricardo Antón convocó a una asamblea a los secretarios generales de los sindicatos. “Ninguno le aceptó. Nosotros tenemos nuestra licencia de chofer profesional y no pueden quitarnos lo que por derecho nos corresponde. Él (Antón) no es nadie para hacerlo; él es un funcionario nada más. Se necesita una reforma a la ley y al reglamento para que estos cambios se lleguen a concretar”, afirma Onofre.
¿Y si se reforma la ley y el reglamento; los choferes ven conveniente el cambio? El dirigente responde: “No es valedero así reforme la ley, porque nosotros no vamos a dejarnos extorsionar. En el sistema de tránsito ha habido siempre corrupción, imagínese a un chofer tratando de aprobar nueve exámenes. Cuánta corrupción habría”.
Y pregunta él: “¿Cómo, si yo manejo un tráiler, no puedo manejar un taxi? Esto es ridículo, un absurdo”, dice.
Antón explica que estos cambios se complementarían con la derogación de la obligatoriedad de que para poder tener un bus o cualquier unidad en una cooperativa de transportes se requiere de licencia profesional. “Por eso existe corrupción, porque el empresario se ve en la obligación de conseguir el documento cómo sea”, agrega.