martes, 19 de mayo de 2009

Bus al abismo en la vía maldita


Los socorristas vieron un milagro en la peña: un niño que quedó debajo del bus estaba con vida y lograron sacarlo de ese infierno.Héctor Anchatuña, Km. 18 vía Alóag- Sto. Domingo

Un nuevo accidente de tránsito tiñe de sangre las carreteras del país. La irresponsabilidad del chofer de un tanquero sería la causa de la nueva tragedia vial que al momento deja un fallecido y numerosos heridos, algunos muy graves.

A las 11:00 el viaje de 42 personas que iban en un bus de transportes Ecuador, de placa PZU-514, desde Quito hasta Guayaquil, se tornó en tragedia cuando el tanquero de placa TDN-504 que transportaba gas licuado, tomó a toda velocidad una curva pronunciada en el sector de "las minas" y tropezó en la parte trasera con el autobús provocando que éste último caiga sin remedio al abismo de 300 metros de profundidad.

Hasta el cierre de esta edición se había comprobado un deceso, el chofer del bus reconocido como Rogelio Cervantes Alarcón, de 60 años, quien también era el dueño del vehículo.

El cadáver del infortunado conductor quedó tendido en la mitad de la pendiente, al igual que las pertenencias de los pasajeros.
Producto del impacto, ocurrido en el kilómetro 18 de la vía Alóag -Santo Domingo, resultaron heridas 30 personas, de las cuales ocho se encuentran en estado de gravedad y que por la cercanía, fueron trasladadas hasta el hospital de Machachi.

En el rescate de los heridos colaboraron en el lugar efectivos policiales y bomberos de esa localidad, ubicada a una hora de Quito.


Cuando las labores de búsqueda y rescate se habían dado prácticamente por concluidas ocurrió un verdadero milagro.

Debajo de las latas retorcidas del bus, en un pequeñito espacio que había quedado entre las aguas del río que recorre la montaña y los restos de metal, los rescatistas hallaron a un niño de aproximadamente trece años al que se lo daba por muerto.

El menor está sumamente grave, bastante golpeado, se desconoce su nombre, pero al cierre de esta edición los rescatistas hacían todo lo posible por estabilizarlo y darle una nueva oportunidad de vivir.

El presunto responsable de este accidente huyó del sitio dejando el tanquero abandonado en media carretera, volcado.