viernes, 29 de mayo de 2009

La OIT teme un desempleo mundial récord en 2009 de 239 millones de personas

La actual crisis económica podría hacer que el número de desempleados en todo el mundo alcanzase la cifra récord de 239 millones de personas, afirmó hoy la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), que revisó al alza sus previsiones al respecto.

“El mercado del trabajo siguió deteriorándose desde el comienzo de la crisis financiera”, explicó en una conferencia de prensa el director general de la OIT, el chileno Juan Somavia.

“Nuestras proyecciones actuales sugieren que (el número de desempleados) aumentará de 39 a 59 millones de personas” en 2009 en relación a 2007, añadió.

Asimismo, el número total de desempleados en todo el mundo podría alcanzar entre “210 y 239 millones de personas” a finales del año, marcando así un récord absoluto, según el responsable de la OIT.

Esta última cifra corresponde a un porcentaje de desempleo mundial del 7,4%, cifra muy superior al 6,5% registrado en 2003, el porcentaje más elevado desde 1991.

En sus últimas previsiones de marzo, la OIT cifró el aumento de desempleados en 52 millones en dos años, de forma que se alcanzarían los “230 millones” de personas sin empleo.

Según la OIT, los países desarrollados son los que más sufrirán el desempleo mundial, con “un porcentaje entre 35 y 40% del total”, aunque sólo representan “un 16% de la mano de obra global ”.

Además, los jóvenes estarán entre las principales víctimas de la crisis, con un índice de desempleo del 14-15% en 2009 frente al 12% de 2008.

Unos 200 millones de trabajadores pobres corren el peligro de sumarse a la filas de los más desfavorecidos del planeta que viven con menos de dos dólares por día, según la organización con sede en Ginebra.

Por último, la OIT subraya que 2009 “registrará la peor creación de empleo de la historia”, mientras que el crecimiento demográfico conlleva la entrada anual de 45 millones de personas en el mercado laboral.

Sin embargo, la organización reconoce que los planes de reactivación económica puestos en marcha por numerosos países ricos empezaron a “dar señales de impacto”, aunque aún insuficientes. (AFP)