La refinería de Esmeraldas, la más importante del país, saldrá de operaciones hasta por siete meses y medio desde marzo del próximo año como parte de su proceso de rehabilitación, dijo ayer el gerente general de la empresa pública Petroecuador, Marco Calvopiña.
“La unidad FFC (el corazón de la planta) parará por unos siete meses y medio y el tren de destilación 1, crudo 1, vacío 1 y reducción (otros equipos de la refinería) pararán por cinco meses y medio; eso afectará la producción de naftas, gasolinas, diésel y GLP, lo que significará que las importaciones se incrementarán el próximo año”, agregó.
De acuerdo con el funcionario, la salida de operaciones de la refinería se debe a que “el porcentaje de ocupación de la capacidad instalada de la planta se redujo al 80% en cierto momento, sobre todo por los paros emergentes que con frecuencia se han dado en la refinería debido a la falta de mantenimiento oportuno y al de una operación deficiente de plantas y equipos”.
Esas falencias, a criterio de Calvopiña, se debieron a “una insuficiente asignación de dinero, no de presupuesto”, lo cual afectó a toda la logística de materiales y servicios para efectuar los mantenimientos oportunos”. Además de descuido al ingresar a capacitar a las personas que reemplazarían al personal “experimentado” que ha salido de la empresa.
La refinería apagará motores también en el tercer trimestre de este año por 21 días, sin afectar las importaciones de combustibles de este año, “porque se compensa con un estiaje no tan fuerte”, según el ejecutivo.
Además, Calvopiña recalcó que en abril estará firmado el primer contrato de al menos una empresa que operará en los campos maduros de Petroecuador, y que en lo que va del año la estatal incrementó su producción a 154.300 barriles de 136.000 que tenía en enero, 2.000 de ese volumen corresponden al campo marginal Pucuna, cuya operación asumió luego de la renegociación petrolera por no lograr acuerdo con la anterior operadora.
“La unidad FFC (el corazón de la planta) parará por unos siete meses y medio y el tren de destilación 1, crudo 1, vacío 1 y reducción (otros equipos de la refinería) pararán por cinco meses y medio; eso afectará la producción de naftas, gasolinas, diésel y GLP, lo que significará que las importaciones se incrementarán el próximo año”, agregó.
De acuerdo con el funcionario, la salida de operaciones de la refinería se debe a que “el porcentaje de ocupación de la capacidad instalada de la planta se redujo al 80% en cierto momento, sobre todo por los paros emergentes que con frecuencia se han dado en la refinería debido a la falta de mantenimiento oportuno y al de una operación deficiente de plantas y equipos”.
Esas falencias, a criterio de Calvopiña, se debieron a “una insuficiente asignación de dinero, no de presupuesto”, lo cual afectó a toda la logística de materiales y servicios para efectuar los mantenimientos oportunos”. Además de descuido al ingresar a capacitar a las personas que reemplazarían al personal “experimentado” que ha salido de la empresa.
La refinería apagará motores también en el tercer trimestre de este año por 21 días, sin afectar las importaciones de combustibles de este año, “porque se compensa con un estiaje no tan fuerte”, según el ejecutivo.
Además, Calvopiña recalcó que en abril estará firmado el primer contrato de al menos una empresa que operará en los campos maduros de Petroecuador, y que en lo que va del año la estatal incrementó su producción a 154.300 barriles de 136.000 que tenía en enero, 2.000 de ese volumen corresponden al campo marginal Pucuna, cuya operación asumió luego de la renegociación petrolera por no lograr acuerdo con la anterior operadora.
