miércoles, 9 de febrero de 2011

Refinería Esmeraldas, una bomba de tiempo.

El sistema nacional de refinación de petróleo, conformado por las refinerías: Esmeraldas, Libertad y Amazonas, que procesan 175 mil barriles diarios de crudo, enfrenta una grave crisis, que podría conducir a su colapso operativo, señala un documento elaborado por el asambleísta Cléver Jiménez de Pachakutik, por la provincia de Zamora Chinchipe y el analista petrolero, Fernando Villavicencio, en el que, solicitan a la Secretaría Nacional Anticorrupción, Contraloría General del Estado, Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional y a la Fiscalía General del Estado, inicien una urgente investigación y determinen responsabilidades.

La denuncia, respaldada en decenas de documentos y cientos de fojas, revela la existencia de “sospechosas” paralizaciones de la planta de Esmeraldas, siniestros y explosiones que amenazan la vida de los trabajadores y de la población, negligencia administrativa, corrupción endémica, varias muertes por cáncer y exposición de químicos peligrosos, personas quemadas, despidos masivos de trabajadores, grave contaminación ambiental, producción de gasolinas fuera de especificación, y millonarios perjuicios económicos al Estado, por importación de derivados; elementos que convierten a las refinerías en auténticas bombas de tiempo.

Durante los cuatro años del gobierno “revolucionario” de movimiento PAIS, se han incumplido los planes y programas de modernización, repotenciación y ampliación de las refinerías, que debían ejecutarse, para cumplir el objetivo de abastecer la demanda interna de combustibles. Mientras en la planta de Esmeraldas, se han invertido más de U$ 800 millones, sin resultados positivos hasta la fecha, en el caso de la refinería La Libertad, existe la decisión del régimen de cerrar la planta; entre tanto, en la refinería Amazonas de Shushufindi, no se han ejecutado los proyectos de ampliación previstos desde hace años; todo esto acaba beneficiando directamente a traders, vinculados a la importación de combustibles, y al proyecto de la Refinería del Pacífico, señalan los denunciantes.

La denuncia advierte que los millonarios contratos, suscritos sin licitación con la empresa coreana SK, para repotenciar la Refinería Esmeraldas, no resuelven el problema estructural de la planta; además alertan, respecto a un enorme perjuicio económico que se provocará con la paralización de esta refinería, por el lapso de seis meses, prevista a realizarse entre abril y octubre de 2011, para la instalación del reactor y el regenerador, período en el cual, el gobierno deberá destinar alrededor de U$ 980 millones para importación de combustibles.

A lo expuesto, se agrega la actitud política del gobierno de despedir injustificadamente a casi 200 técnicos de las tres refinerías, generando un vacío operativo peligroso, pues no se cuenta en el país con profesionales capacitados para el efecto. Las evidencias están a la vista, el incendio en un horno de la refinería Amazonas, fue producido por negligencia operativa, toda vez que, se incumplieron los procedimientos de seguridad industrial, por ausencia de personal calificado, toda vez que, 22 operadores de la planta fueron despedidos. El reciente incendio de un carro cisterna en Esmeraldas, reedita un caso similar.

Los denunciantes exigen investigar las verdaderas causas que motivaron el despido de los trabajadores, dispuesto por el gobierno, así como, las responsabilidades de sus autores, en los graves “accidentes” operativos, que se registran en las plantas industriales. El despido sin indemnización de los trabajadores, coincide con la resolución del Presidente Rafael Correa, de entregar la operación de Refinería Esmeraldas a la empresa coreana SK y de cerrar la Refinería La Libertad.