viernes, 11 de febrero de 2011

Presidente de Egipto se resiste a dejar el poder

Pese a que durante todo el día de ayer funcionarios egipcios y de Estados Unidos difundieron que el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, dejaba el poder, eso no sucedió, lo que generó rabia, indignación y hasta lágrimas entre los manifestantes.

En una alocución televisiva, el Mandatario, enfrentado desde hace 17 días a una rebelión que exige su renuncia, afirmó ayer que la transición política durará hasta septiembre, aunque anunció que delegará poderes al vicepresidente, Omar Suleimán.

En su discurso, Mubarak, quien lleva casi 30 años en el poder, no dijo que renunciaba a la Presidencia, pero se comprometió a encabezar un proceso para que haya elecciones libres y proteger la Constitución. “Eso es lo que yo juré”, afirmó Mubarak, quien se comprometió a un traspaso pacífico del poder.

El Presidente de Egipto anunció su intención de reformar cinco artículos de la Constitución y suprimir un sexto para facilitar la “alternancia en el poder” y abrir la puerta al fin de la Ley de Emergencia, vigente desde 1981, año en que asumió la Primera Magistratura.


Las declaraciones del Mandatario generaron que cientos de miles de personas en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo estallaran en un rugido de “¡Vete, vete!”, comprobó una periodista de AFP.

La indignación e incluso los llantos sucedieron al silencio durante todo el mensaje del mandatario, retransmitido por una gran pantalla colocada en la plaza, epicentro de la revuelta popular que comenzó el pasado 25 de enero.

Horas antes del discurso, efectivos militares reforzaron ayer sus posiciones en El Cairo (Egipto) y sus alrededores para evitar que más manifestantes no acudan hoy a la plaza Tahrir, donde se realizará otra gran jornada de protestas al cumplirse más de dos semanas de la revuelta popular contra el régimen actual.


El Movimiento 6 de Abril, que convocó la primera manifestación masiva en Egipto, el pasado 25 de enero, pide también la renuncia del vicepresidente, Omar Suleimán, y asegura que el diálogo iniciado por el régimen es solo una manera de mantener en el poder a las mismas personas.

Ante la jornada de protesta masiva de hoy, los accesos al centro de la ciudad desde el gran Cairo (la mayor metrópolis de África, con unos 25 millones de habitantes) han quedado cerrados desde las cuatro de la tarde, mientras que los billetes de tren hacia la capital estaban agotados en un intento de que los egipcios de otras ciudades no acudan hoy, día de la oración para los musulmanes, a la plaza de la Liberación, publicó El País.

Hasta el momento, el Ejército -origen tanto de Mubarak como de Suleimán y buena parte de la cúpula del régimen- ha intentado mantener un papel moderado en la crisis. No ha reprimido con dureza a los manifestantes, pero tampoco ha forzado la máquina contra unos dirigentes que, a fin de cuentas, salieron de su seno.EFE, AFP