lunes, 21 de febrero de 2011

Consulta divide a la izquierda en el país

La línea del canciller Ricardo Patiño aparece como la corriente más golpeada dentro del Régimen, tras alejamiento de dos figuras: Betty Amores y Gustavo Darquea. El pragmatismo y la izquierda no organizada ganarían influencia

La consulta popular planteada por el presidente Rafael Correa volvió a marcar un punto de inflexión entre las diversas corrientes que alimentan el proyecto político del Gobierno. En particular, en la tendencia de izquierda, ante la salida inesperada de los ex asambleístas constituyentes Betty Amores y Gustavo Darquea, ambos identificados con la línea del canciller Ricardo Patiño.

Ese momento fue matizado por el propio primer mandatario: "Jamás pensé que, contradiciendo toda la tradición, la izquierda se pongan en contra de la consulta". Y lo dijo tras oficializarse las disidencias de Amores y otros dos legisladores del bloque oficialista de Alianza País (AP), César Gracia (ex PRE) y María Paula Romo, además de los secretarios de Estado, Alexandra Ocles (de Pueblos) y Juan Sebastián Roldán (de Transparencia). Estos tres últimos son integrantes de Ruptura de los 25, grupo que fue parte de la alianza gobiernista desde que surgió.

Como en otras ocasiones, el presidente dividió las aguas -en una intervención de fines de enero- entre los que están con el proyecto y los que no. A estos últimos los retó a dejar el Gobierno. No hubo más deserciones...

Más bien, las figuras del Gobierno con trayectoria en la izquierda han hecho apariciones públicas y exposiciones en favor de la consulta. Uno de ellos fue Ricardo Patiño, quien estuvo el 10 de febrero en Carondelet para recibir a la marcha pro referendo que organizó el gremio de afiliados al Seguro Campesino, a la que también salió a recibir la ministra de Coordinación Política, Doris Soliz, ex militante del MPD y ex ministra de Lucio Gutiérrez como cuota de Pachakutik.

La imagen de Patiño y Soliz en ese acto, en los extremos opuestos del presidente, rememoró la última disputa entre ambas figuras por la dirección del movimiento, la que se saldó con la designación de Galo Mora como director, dentro de lo que se denominó una opción de unidad. Esta, sin embargo, para otros sectores críticos, no fue más que una imposición del buró y de su líder, el presidente, para garantizar la continuidad de un proyecto "cada vez más personalista".

Esas voces también denotan la mayor influencia que tendrían en el Régimen el "ala de la derecha" y la línea pragmática del Gobierno, que apuntan a Vinicio Alvarado (publicista) y Alexis Mera (ex colaborador del ex presidente León Febres-Cordero), a quienes la ministra Soliz, en mayo de 2010, en una entrevista en Vistazo atribuyó grandes aportes al proyecto: "Se sataniza a figuras como Alexis Mera, pero cuando lo escucho me convenzo que se sitúa cada vez más a la izquierda. Vinicio (Alvarado) y Natalie (Cely) son grandes colaboradores del proyecto".