miércoles, 20 de octubre de 2010

Acumulación de agua provocó derrumbe en la mina Casa Negra

La acumulación de agua en una chimenea de la mina Casa Negra, la más antigua de Ecuador, explotada industrialmente desde finales del siglo XIX, generó un derrumbe subterráneo que dejó dos obreros muertos y otros dos atrapados desde hace cinco días.

“La acumulación de agua en una de las chimeneas cogió tanta fuerza y presión que se fue de golpe hacia los tapones o camas de sostenimiento”, explicó el ingeniero Marcelo Ordóñez, técnico de la empresa Minesadco que opera el yacimiento aurífero desde hace un lustro.

Agregó que el embalse de agua formó una columna de 50 a 80 metros en la chimenea, que derivó en una sobrepresión que “en un momento dado fue como un bombazo que les dieron a las camas de sostenimiento”.

Eso generó un asentamiento de toneladas de tierra y piedras en el quinto nivel del yacimiento aurífero Casa Negra de Portovelo, atrapando a cuatro obreros que cumplían labores de exploración, dos de los cuales, uno de ellos peruano, fueron encontrados muertos el sábado.

El colapso de la chimenea inundó de escombros un sector de la galería principal, la cual “no está destruida, simplemente es el relleno que se corrió”, según dijo Ordóñez al ministerio de Recursos Naturales No Renovables.

“Reventó (la chimenea) y le dio directamente al tapón, lo que provocó una ola que fue rellenando toda la galería” de tres metros de ancho por 2,5 metros de alto cuando los mineros trabajaban, añadió.

En la primera mitad del siglo XX, la mina fue explotada por la estadounidense South American Development Company (Sadco).

La chimenea era usada para explorar hacia las vetas principales, anotó Ordóñez, añadiendo que “los norteamericanos sólo explotaron lo que tenía una onza (de oro) por tonelada (de material) y el resto lo dejaban. Así, lo que tenga cuatro o cinco gramos por tonelada no era rentable para ellos”.

“En la actualidad, con el precio del oro, es posible trabajar con tres gramos por tonelada”, señaló.

Portovelo, con unos 14 000 habitantes, es una de las principales zonas auríferas de Ecuador en la frontera con Perú y por donde corre el río Amarillo (por el color del metal precioso). Está asentada en una zona denominada Curipamba, que en quichua significa llanura de oro.