En la emblemática Plaza de Bolívar, donde convergen las sedes de los tres poderes del Estado, decenas de obreros, sonidistas y técnicos preparan los detalles logísticos del acto central del cambio de mando.
Justo al pie del Palacio Legislativo se monta en estos días una gigantesca tarima. Allí, el titular del Parlamento colocará la banda presidencial a Juan Manuel Santos, como sucesor del presidente saliente Álvaro Uribe. Este será el acto principal de un ceremonial que dudará alrededor de tres horas y al que están invitadas más de 5 000 personas.
Entre ellos figuran alrededor de 15 presidentes y jefes de gobierno. Según la Cancillería colombiana, 12 serán los mandatarios de América Latina que asistirán a la investidura de Santos.
La lista está encabezada por el mandatario Rafael Correa (Ecuador), quien por primera vez estará de manera oficial en Bogotá, desde que en enero del 2007 asumió la Presidencia.
Su presencia ha sido resaltada por el equipo de Santos, que la considera como un paso adelante hacia el total restablecimiento de las relaciones bilaterales.
Ecuador rompió vínculos diplomáticos con Colombia el 3 de marzo del 2008, por la violación a su territorio durante un bombardeo a un campamento clandestino de la guerrilla de las FARC. Y, desde septiembre del año pasado, las cancillerías adelantan un proceso de diálogo que permitió en noviembre la reapertura de nexos bilaterales a nivel de encargados de Negocios.
Los otros mandatarios latinoamericanos que también estarán en la posesión de Santos son Cristina Fernández (Argentina), Lula da Silva (Brasil), Leonel Fernández (República Dominicana), Felipe Calderón (México), Alan García (Perú), Sebastián Piñera (Chile), José Mujica (Uruguay), Laura Chinchilla (Costa Rica), Porfirio Lobo (Honduras), Ricardo Martinelli (Panamá) y Álvaro Colom (Guatemala).
A ellos se sumarán Felipe Borbón, príncipe de Asturias, y representantes de los gobiernos de Estados Unidos, Francia, entre otros países.
De acuerdo con la programación extraoficial, Santos, tras la posesión, pronunciará un discurso durante 35 minutos. Voceros de su futura administración han anunciado que reiterará su llamado a formar un gobierno de unidad nacional.
Además, subrayará que su prioridad será impulsar al sector económico, que tiene cifras alarmantes: la pobreza supera el 45%, el desempleo es del 11,6% y la informalidad rebasa el 32%.
Sin embargo, antes del acto protocolar de cambio de mando presidencial, Santos realizará una posesión simbólica, inédita en la vida republicana colombiana. En la mañana del sábado, el futuro gobernante viajará en helicóptero a la Sierra Nevada de Santa Marta, donde participará de un ritual de las comunidades indígenas de la zona.
Será un acto privado que durará un par de horas y que será transmitido en diferido por TV hacia las 14:30 del sábado, media hora antes de que empiece la transmisión de mando.
Luego de esta investidura en la Sierra Nevada, Juan Manuel Santos retornará a Bogotá, donde tendrá un almuerzo privado y asistirá a un oficio religioso en el Palacio de San Carlos, sede de la diplomacia colombiana. Desde allí caminará hasta la tarima ubicada en el Palacio Legislativo.