viernes, 16 de julio de 2010

Palestina se levanta por la seguridad


Lo que comenzó como una marcha pacífica que convocó a la familia del extinto alcalde del cantón Palestina (Guayas), Carlos Olvera, para presionar a las autoridades responsables de esclarecer el hecho delictivo que acabó con su vida el pasado 11 de julio, se convirtió luego en una manifestación violenta que pretendió impedir que el vicealcalde del cantón asuma el cargo.

La concentración de la marcha inició pasadas las 09:00, en las afueras del Mercado Central. Fue encabezada por Boris, hijo de Carlos Olvera, quien recordó la gestión de su padre y agradeció la convocatoria de decenas de personas. "Voy a hacer hasta lo imposible. Moveré cielo y tierra y, con el apoyo de ustedes y el de mi familia, lo haremos (encontrar a los asesinos del ex alcalde fallecido)", dijo Olvera. "Esto recién comienza, porque no quiero que este pueblo quede como está. Este pueblo tiene que progresar", agregó. Los reunidos comenzaron a ovacionar y a gritar: "¡Boris alcalde!".

La mayoría de convocados vestía una camiseta blanca con la consigna "Olvera, alcalde por siempre", que fueron repartidas por la familia del difunto.

La marcha continuó hasta las afueras del Municipio, en momentos en que se llevaba a cabo una sesión extraordinaria del Concejo Cantonal convocada por Felipe Castro, ex vicealcalde de Palestina. Con 35 efectivos de la Policía Nacional resguardando el Cabildo, Castro asumió las funciones de alcalde. En las afueras, el pueblo convocado vociferaba a favor de la realización de nuevas elecciones para alcalde. Se negaban a que un miembro del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), como Castro, asuma la personería municipal. "Nosotros vivimos 16 años a manos del PRE aquí y el pueblo nunca prosperó, nunca salió adelante", manifestó Jorge Cabrera, uno de los asistentes.

La única concejala por el Partido Municipalista que llevó a Olvera a la Alcaldía, Patria Salavarría, llegó luego de que concluyó la sesión. Quería impugnar la proclamación de Castro como alcalde, pues según dijo, "él tendría que haber esperado que el Concejo convoque a la sesión y lo nombre como alcalde, y no autoconvocarla". Nada se pudo hacer.

Mientras tanto en las afueras, decenas de personas se trasladaron a la parte posterior del edificio y, en señal de violencia, comenzaron a tirar piedras a las ventanas. Otros rechazaron la medida y comenzaron a retirarse. Estaban a la expectativa de que Castro abandone el Municipio, hasta golpearon su vehículo, una camioneta Datsun roja, pero la Policía intervino. Finalmente se retiraron cerca del medio día. "Vamos a hacer un paro", decían al momento que se alejaban.(hoy)