lunes, 19 de julio de 2010

F. Correa habla de revocatoria de mandato

Fabricio Correa asistió, en Miami, a un homenaje que se realizó a Juan Manuel Santos, presidente electo de Colombia

En una de las mesas centrales del homenaje a Juan Manuel Santos el jueves pasado en Miami, un hombre alto con rasgos muy similares a los del presidente de Ecuador, Rafael Correa, aplaudía al mandatario electo de Colombia.

Para sorpresa de algunos de los asistentes, el entusiasta comensal era el hermano mayor de Correa, quien ha acusado a Santos de ser "un peligro para América Latina'' por haber ordenado un ataque, siendo ministro de Defensa, a un campamento guerrillero en territorio ecuatoriano.

La presencia de Fabricio Correa Delgado en el homenaje a Santos estaba fríamente calculada: Fabricio se ha convertido en el principal crítico de su hermano y por esa vía está labrando el terreno para lanzar su propia candidatura presidencial.

El acaudalado empresario de 51 años, quien fue el gerente de la campaña que llevó a Rafael Correa a la presidencia en el 2006, está convencido de que el gobierno de su país funciona doblegado ante las órdenes de Venezuela y Cuba y bajo un grupo de asesores corruptos.

"Yo empecé a decir en voz alta lo que todos decían en voz baja con temor y la gente empezó a perder el miedo'', explicó Fabricio. "Al Ecuador no lo gobierna el poder ejecutivo, no lo gobiernan los ministros. Al Ecuador lo gobierna un buró político de ultraizquierda''.

Paradójicamente, Fabricio está bajo investigación en su país por haberse beneficiado de millonarios contratos con el Estado bajo el gobierno de su hermano, acusación que él niega argumentando que es parte de una persecución para acallar sus críticas.

Fabricio, ingeniero mecánico, dijo que ha ganado mucha popularidad acudiendo al humor y la sorna para desacreditar el círculo que rodea a su hermano, haciendo chistes de doble sentido que caracterizan a los funcionarios como un club de homosexuales.

"No es el círculo rojo, por su izquierdismo, sino el círculo rosa'', explicó Fabricio.

Precisó que el actual gobierno concede una bonificación de dos puntos en la evaluación de ciertos cargos públicos a postulantes que certifiquen su homosexualidad ante un notario público o una organización de gays.

Fabricio considera que aún existen posibilidades de salidas democrática para su país, incluyendo una revocatoria del mandato de su hermano o una renuncia decorosa el próximo año.

En una entrevista con El Nuevo Herald durante una reunión organizada por el Instituto Interamericano para la Democracia, de Miami, Fabricio aseguró que tiene las habilidades para reemplazar a su hermano.

Está además motivado, indicó, por una sensación de "chuchaqui'', una especie de culpa no pagada por haber llevado al poder a un hombre que traicionó a los ecuatorianos.

"Yo metí al país en este berenjenal, debí haberme dado cuenta de esto porque varios amigos y [Andrés] Oppenheimer me lo dijeron: "Abre los ojos'. Pero en el amor filial y el engaño que me hizo Rafael a mí y a todo los ecuatorianos, yo dije "no' '', explicó Fabricio.