viernes, 23 de julio de 2010

Embajador de Venezuela en OEA califica de ''circo mediático'' denuncia de Colombia

La reciente acusación de Bogotá sobre la supuesta existencia de insurgentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio venezolano fue calificada por Chaderton Matos como "un juego mediático, la mentira queda, la verdad no se hace presente".
Sobre las pruebas que Bogotá dice tener para respaldar su denuncia, Chaderton sentenció: "Yo no conozco ninguna prueba, lo que sí le puedo probar en culaquier momento es, por mi experiencia de larguísima data con Colombia, y muy especialmente durante el Gobierno del presidente (Álvaro) Uribe, de la capacidad para hacer montajes, fabricar falsas evidencias y hacer de eso un circo mediático", dijo Chaderton Matos en entrevista telefónica exclusiva con teleSUR.

"Es el mismo circo al cual nos tiene acostumbrado el Gobierno del presidente Uribe, de agredir, de trabajar sobre la base de montajes, de deformaciones de la realidad, de aprovechamiento, de oportunismo en relación con circunstancias de desconocimiento de la realidad y además de servicios prestados a intereses mayores", agregó el diplomático.

Al ser preguntado sobre lo que ha ocurrido en otras ocasiones, cuando Colombia ha dicho tener pruebas de supuesta presencia de insurgentes en Venezuela, Chaderton Matos dijo: "facilísimo, por ejemplo, unas coordenadas que al ser ubicadas resulta que se concentran en lugares donde no existe ningún tipo de asentamiento ni instalación como ellos habían señalado o ubicadas dentro de territorio colombiano, por lo tanto imposibilitados nosotros de precisar eso".

Insistió en que la acción colombiana contra Venezuela forma parte "de un juego mediático, la mentira queda, la verdad no se hace presente y basta repetirla para crear una matriz de opinión publica falsa".

El embajador recordó que "durante más de 60 años, en múltiples ocasiones, el territorio venezolano ha sido atravesado y su soberanía violada por fuerzas irregulares así como regulares, producto de (la) violencia social y política que ha afectado y está afectando todavía a Colombia después de más de 60 años, como ya dije".

El Gobierno de Colombia solicitó al Consejo Permanente de la OEA analizar este jueves su denuncia sobre la supuesta presencia de miembros de las Fuerza Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio venezolano.

El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, admitió el pasado lunes que no considera que su nación reciba un apoyo unánime en la OEA sobre la acusación que llevó a ese organismo continental.

"Aspiramos a que haya una posición unificada (en la OEA) pero no somos optimistas", afirmó Bermúdez.

"Yo quisiera que esto fuera más eficaz con los organismos internacionales, vamos a ver, al interior de la OEA hay países que tienen consideraciones distintas, aspiramos a que haya una posición unificada pero no somos optimistas", sostuvo Bermúdez.

Antecedentes de denuncias ''sin evidencias'' de Colombia

Estas denuncias de una supuesta presencia guerrillera en territorio venezolano no son nuevas. En diversas ocasiones el Gobierno de Bogotá ha presentado supuestas pruebas que confirmaban la situación. Sin embargo en cada una de estas oportunidades el Gobierno de Venezuela respondió diligentemente y realizó investigaciones en base a la información suministrada por sus vecinos sin hallar ninguna presencia de campamentos clandestinos.

En el mes de enero de 2005 el Gobierno de Colombia dio a conocer la supuesta ubicación exacta de tres campamentos que pertenecían a grupos subversivos como el ELN y las FARC, y que, según la información de la Casa de Nariño, se encontraban al parecer en territorio venezolano, así como de prominentes líderes de dichas organizaciones en el estado de Zulia (oeste de Venezuela).

Esta acusación generó, además de una gran cobertura mediática, una profunda investigación del Ejército venezolano, que movilizó a un grupo de oficiales hasta el lugar señalado por el informe que presentó Colombia para corroborar la información.

Al llegar a la primera coordenada ofrecida en el informe, en la desembocadura del Caño Tomás con Río de Oro, en la Cierra de Perijá (noroeste de Venezuela), identificado como el supuesto campamento de alias Rubén Zamora, lo que encontraron fueron algunos sembradíos de plátano, yuca y maíz.

Una vez descartada la presencia de grupos irregulares en el lugar, continuaron a la siguiente coordenada que respondía al supuesto Campamento Bolivariano, que era la presunta sede del comandante de las FARC, Iván Márquez.

En vez de hallar dicho establecimiento clandestino, el Ejército venezolano encontró una extensa sabana sin ninguna edificación sospechosa en los alrededores.

El informe del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) detallaba incluso la estructura del supuesto campamento, el cual estaba conformado por la Finca San Tropel, un centro de acopio, un taller de explosivos y la base del líder rebelde identificada como El Limón.

Pese a esto, el lugar señalado por el informe no se encontraba en territorio venezolano sino que estaba ubicado cinco kilómetros más adentro, ya en suelo colombiano. Esto llevó a que, tras 11 días de intensas labores de reconocimiento, la misión llegara a su fin.

El informe presentado por el Ejército venezolano citó que "no se encontraron evidencias de la existencia de grupos subversivos, ni de campamentos en los alrededores de los puntos de coordenadas".