
Así lo anunció Carlos Carrasco, titular del Servicio de Rentas Internas (SRI). Además adelantó los diferentes incrementos previstos en cada uno de los rubros. En el caso de llamadas telefónicas podría ser entre 7% o 10% sobre las tarifas actuales. En tabacos siete centavos por unidad y en licores 5.70 dólares por litro de alcohol puro. En el caso de estos tres rubros, el incremento se aplica al Impuesto a los Consumos Especiales (ICE).
Llamadas, alcohol y tabacos
En el caso de llamadas en donde intervenga un celular, el incremento sería el siguiente: si la tarifa actual en una operadora es de 10 centavos el minuto, el aumento sería entre 0,7 centavos o un centavo más.
En el caso de los licores, los 5.70 dólares anunciados por Carrasco no concuerdan con la fórmula de cálculo actual. Por el momento, el ICE para un licor se basa en valores referenciales fijados por el SRI, con los que se aplica el 40% del ICE. Actualmente el valor referencial más bajo es 6.51 dólares por litro de alcohol puro, correspondiente a la categoría aguardiente.
Si el 40% de 6.51 dólares es 2.60 dólares, significa que por ahora eso es lo que se paga por litro de alcohol puro de un aguardiente.
De ahí que Jorge Villegas, presidente de la Asociación de Industriales Licoreros, apuntó que es contradictorio que el precio referencial baje a 5.70 dólares. Pero de tratarse de un cambio en el esquema, es decir, pasar de una tarifa de 2.60 dólares a 5.70 dólares, “se hablaría de un aumento de 220%”. El tema no queda claro para los industriales y por el momento Carrasco no da más detalles.
El aumento del ICE en siete centavos por cada cigarrillo generará que la carga tributaria por cada cajetilla suba de 91 centavos a 1.40 centavos. Así lo prevé la cadena de productores de cigarrillos Itabsa, Tanasa y Proesa.
Respecto a los medicamentos, la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que es de 12%, todavía no se define. Sin embargo, Carrasco señaló que podría ser sustituido por la propuesta de aumentar en un punto o medio punto el porcentaje de las retenciones a las transacciones, que es el pago adelantado del Impuesto a la Renta (IR).
Según Carrasco, por el momento el documento no será enviado a la Asamblea para su debate. Sin embargo, adelantó que sería remitido después de la consulta popular, si la Corte Constitucional la avala.
La nueva reforma cubre de incertidumbre el escenario tributario, a la vez que pone de manifiesto el mero objetivo recaudatorio del sistema impositivo, al no considerar que los tributos tienen como finalidad, además de recaudar ingresos públicos, servir como instrumento de política económica general. Deben estimular la inversión, el ahorro y su destino hacia los fines productivos y de desarrollo nacional.
Aumentar los impuestos indirectos como el ICE y el IVA resulta contradictorio con el principio constitucional que prioriza los impuestos directos y progresivos, toda vez que los impuestos indirectos resultan regresivos por cuanto más afectan a los que menos tienen. Esto quiere decir que el IVA a las medicinas o el incremento del ICE a los cigarrillos y bebidas alcohólicas perjudicarán más a los pobres. Un aumento de precios de estos productos se sentirá mucho más en sus bolsillos.